Los días corren y el nuevo alcalde de la ciudad de Cali, señor Jorge Iván Ospina, debe asumir prontamente importantes retos para atender asuntos críticos de la marcha de este importante centro urbano del sur occidente colombiano de casi tres millones de habitantes en su espacio metropolitano.
Las cosas no marchan muy bien que digamos y ya hay dos eventos de gran magnitud que deben ser abordados con acciones muy eficaces por parte del nuevo gobierno local.
Hace pocos días, el 29 de diciembre del 2019, fue asesinado el fiscal Alcibíades Paredes Varela, encargado de investigaciones criminales en las que los protagonistas son reconocidas bandas delincuenciales asociadas con la economía del narcotráfico y el lavado de activos de importantes jefes de las mafias de nueva generación que han regresado después de pagar algunas penas en las prisiones de los Estados Unidos. También la Superintendencia de Transporte ha ordenado la suspensión de las operaciones del cable aéreo del Sistema Mio que atiende la población de la comuna 20 en la que se encuentra el barrio Siloé.
Asesinan un fiscal
El alto impacto de la acción sicarial que acabó con la vida del fiscal Libreros ha puesto de presente la grave problemática de la violencia en Cali al igual que de la seguridad ciudadana en dicha urbe afectada por la acción de la delincuencia bastante organizada.
Los problemas de violencia y seguridad ciudadana en Cali son de alta complejidad tal como lo indican varios estudios recientes. Cali es una de las ciudades más violentas de Colombia y del mundo, con altas tasas de homicidio (59 por cada 100 mil hab).
Cito uno de ellos que deberían ser punto de referencia de las nuevas autoridades. Me refiero al Informe final del proceso de implementación de la metodología de Auditorías de Seguridad en Santiago de Cali. Documento Técnico de Soporte para la Política Pública de Seguridad y Convivencia de Santiago de Cali. Elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), Colombia. Área de Prevención del Delito y Fortalecimiento a la Justicia.
Como lo señala Acero (ver) en materia de seguridad ciudadana se está ante una delincuencia cada vez más organizada, en algunos casos empresas criminales constituidas desde hace muchos años y que tienen varias líneas de acción, como es el caso de algunos grupos que se dedican al narcotráfico para la exportación, al microtráfico, que es la distribución al menudeo en municipios y ciudades del país, al robo, recepción, transporte y comercialización nacional e internacional de bienes hurtados, como celulares, vehículos, motos y autopartes, a la minería ilegal, a los préstamos “gota a gota”, entre otras actividades ilegales, bastante recurrentes en Cali.
Aun así, el gran punto crítico es la falta de coordinación de las diferentes instituciones encargadas de la seguridad.
Acero recomienda que frente a esta situación, es necesario que las autoridades locales fortalezcan el trabajo en cinco campos: uno, de inteligencia e investigación criminal, dos, concentración de esfuerzos policiales en zonas de alta incidencia de violencia y delincuencia, tres, fortalecer la participación ciudadana en materia de seguridad y convivencia y cuatro, intentar solucionar el grave problema carcelario y penitenciario. Estas propuestas complementarían los planes integrales de convivencia y seguridad ciudadana que adopte la nueva administración de Ospina (ver).
Estrategia de paz urbana
No obstante lo anterior, se requiere de parte del alcalde Ospina una muy consistente estrategia de paz urbana que actué sobre las violencias crónicas como la violencia societal (riñas), la violencia estructural (desigualdad social e inequidad), la violencia sistémica (coletazos de la guerra rural), la violencia de las economías ilegales (narcotráfico y microtráfico), la violencia ilegal de las autoridades policiales y la violencia de las zonas marrones (por ausencia del Estado). A eso apunta el Modelo de paz urbana diseñado por la Secretaría de Paz del Departamento del Valle del Cauca.
Un nuevo enfoque de la seguridad ciudadana
En todo este campo se requiere modificar los enfoques de la seguridad para eludir los paradigmas policiales represivos y autoritarios que alimentan la corrupción y la vulneración de los derechos humanos. En ese sentido bien conviene consultar a la nueva ministra de Seguridad de Argentina, Sabina Frederic y su texto sobre los usos de la Fuerza Pública (ver). Será de mucha utilidad para el alcalde y su Secretario de Seguridad para de esa manera evitar quedar atrapados en las lógicas perversas del modelo de seguridad heredado por Armitage, si de verdad lo que se quiere es abordar desde otra perspectiva el tema de la violencia y la seguridad ciudadana.
El colapso de la movilidad
Oportuna y necesaria la determinación de la Superintendencia del Transporte de suspender las actividades del Cable de Siloé. Todo gracias a la acción de las veedurías ciudadanas que denunciaron el deterioro de este sistema de transporte masivo y evitaron una tragedia entre las 6000 personas que hacen uso de tal servicio.
Cali tiene graves problemas que afectan el derecho a la movilidad por la crisis financiera del Mio, consecuencia de la corrupción y la falta de gerencia. Bien que se piense en el tren de cercanías como proyecto estratégico metropolitano, pero, lo primero es lo primero. Me parece que lo del tren de cercanías se está utilizando como elemento distractor para no meterle el diente a los graves problemas del sistema masivo que golpean la vida cotidiana de millones de personas en Cali.
Estos son los retos inmediatos de la nueva administración que incidirán en la percepción ciudadana sobre la Alcaldía de Ospina durante estos primeros meses.
Otros problemas
Hay problemas de orden social, institucional, económico y ambiental que por supuesto demandan una gestión muy precisa de los nuevos administradores de la ciudad.
Me refiero a la corrupción y eventual nepotismo en los cargos principales, al empleo, al ordenamiento territorial en Pance y la renovación urbana del centro, a la calidad de la educación, a la salud, a la recuperación del río Cauca y las otras corrientes hídricas urgidas de planes concretos de recuperación mediante la instalación de las Ptar. Por supuesto es prioritario atender las problemáticas del saneamiento básico para el manejo de basuras y los problemas financieros de las telecomunicaciones en las EMC.
Estos focos demandan la atención y gestión eficaz
Desde luego la participación ciudadana es clave para superar las dificultades presentes. No se entendería que el alcalde Ospina ignore el potente movimiento social que se desarrolla en la actualidad, cuyos directivos en Cali preparan ya un pliego de peticiones con derechos ciudadanos de los habitantes de la ciudad.
En Bogotá, Claudia López inició con pie derecho al reconocer que ella era parte de esta gran multitud que exige cambios en los modelos de desarrollo y en la organización del Estado y los gobiernos locales y regionales.
Nota. Por supuesto que estoy de acuerdo en que el alcalde Ospina presente un proyecto de acuerdo para que el Concejo de la ciudad declare de "utilidad pública" los predios aledaños al parque de la salud del río Pance para su ampliación o uno nuevo; y frente a Cosmocentro para un gran Parque Jardín. Manos a la obra.