Ahora que estamos cerca de la época de ferias, de la alegría navideña y vivimos en modo festivo extendido, hablar de Cali, su rumbera feria y su historia tiene gran sentido patrimonial. Desde 1957 a hoy son 60 años de alegría en una de las ferias más bellas y deslumbrantes de Colombia y Latinoamérica, la feria de Santiago de Cali. Por ello, se “decreta” cívicamente regalar lo mejor de nuestros corazones, comportamientos y educación en la temporada más especial del año.
Las fiestas decembrinas que se viven de manera inigualable en Cali son majestuosos espectáculos culturales, gastronómicos y turísticos de talla mundial que magnifican la ciudad que nació de la sonrisa de Dios sobre la tierra. Cali se ha engalanado con un gran esfuerzo de la alcaldía, la gobernación del Valle, los empresarios y sus gentes, para que visitantes, amigos, turistas, familiares y vecinos disfruten y compartan con tranquilidad y en todo su esplendor de la sucursal del cielo, de su feria número 60, del alumbrado navideño, de los conciertos salseros, de sus exhibiciones de arte y de memoria histórica. Todo con la dulzura y un toque mágico de la más alta tolerancia, hermandad, cariño y amistad que caracteriza la población caleña y vallecaucana.
Respirar el olor de los verdes cañaduzales que entregan su azucarada energía y su fragancia inconfundible, es un dulce manjar que no te puedes perder. La ciudad del Cristo Rey con los brazos abiertos espera que disfrutemos de sus monumentos, espacios representativos, alimentos típicos y de su folclor que son la concreción real de un sueño atravesado por un río que muestra la belleza de sus mujeres, la frescura de su suave brisa o el colorido de su atardecer.
A partir de este 25 de diciembre, cómo no dar una sonrisa al son de un tambor, un saludo en la cadencia del sonido de una conga, un abrazo al compás del piano o una frase llena de cariño y amor sin igual en este paraíso llamado Santiago de Cali. Llegó la hora de gozar con la versión 60 de la feria de Cali, con toda seguridad podrás disfrutar del Salsódromo, un despliegue de talento de las escuelas de bailarines de salsa de la vieja y nueva guardia; el desfile de autos clásicos y antiguos, los más increíbles autos que se conservan con un brillo y majestuosidad inigualables; el carnaval del Cali Viejo, el auténtico legado de tradición cultural reflejado en los personajes y paisajes de la Cali del siglo pasado; el encuentro de melómanos y coleccionistas, un derroche de saberes, añoranzas y exquisito deleite de la “salsa en pote” de la salsa pura; la feria rural y comunera, un espacio diferenciador para entrar en contacto con el sabor de la barriada o refrescar la mirada en los paisajes campesinos de la Cali rural; el superconcierto salsero, la gozadera de las mejores orquestas salseras del mundo, de sus cantantes y de la vibración musical de altas revoluciones y por último, el festival juvenil, un encuentro con la renovación cultural, con las mezclas de talento, de un folclor hecho arte con aroma de la fusión instrumental y conceptual de nuestra cosa latina. Todos estos eventos hacen parte de la variada oferta cultural y artística de esta nueva versión de las popular fiesta, la feria de Cali.
Con seguridad, si te animas a pasar por la Sultana del Valle te encontrarás con un “mira vé, vos”, "qué bueno que viniste, vé", "¿te provoca manjarblanco?", "¿te comes un sancocho, un pandebono o prefieres un rico cholado?".
También en esta temporada disfrutarás de una tarde en el río Pance o de una caminata por las canchas panamericanas. Así, podrás decir, estuve en la sucursal del cielo o si igual reconoces su historia y sus lenguajes a través de algunos personajes que hicieron de Cali, la sultana del valle, tal como José Pardo Llada, periodista, promotor de movimientos cívicos por la ciudad y quien tenía apuntes muy singulares por su particular tono de voz y acento cubano. “El loco Guerra” con su permanente grito de vendedor el llevero pa' las llaves o su particular lenguaje vulgar cuando era molestado. “Jovita feijóo", la reina de reinas, una mujer delgada, garbosa y esbelta, que un buen día perdió la razón ilusionada con ser una reina. “Yo te curo”, hombre pintoresco, que se las daba de yerbatero y que pretendía curar todas las enfermedades recetando pócimas de yerbas de jardín. “Boca de túnel”, un afrodescendiente fornido, gracioso, amable e imitador de sonidos, con una estupenda dentadura con la cual destapaba botellas de cervezas y gaseosas.
Con esta inmensa explosión cultural de la versión 60 de la feria del Cali pachanguero segurísimo podrás tararear una pequeña rima salsera “si por la quinta vas pasando, es mi Cali bella que vas atravesando” o “si huele a caña, tabaco y brea usted está en Cali, ay mire vea”.
Finalmente, mira vé, no olvides de manera especial respetar las señales de tránsito, hacer la fila, utilizar los puentes, priorizar los peatones, echar piropos respetuosos, cantar los villancicos, jugar los aguinaldos, ceder la silla, no tirar basura, hacer el 28 y pasarla rico. Así, como visitante o de regreso a la ciudad comprenderás el porqué del dicho popular: "Cali es Cali, lo demás es loma".
