La organización de Cali como Distrito Especial avanza con asambleas y encuentros del experto encargado de la implementación de la Ley 1933 del 2018, el Dr. Alejandro Becker, reconocido experto en temas de administración del Estado.
El Concejo municipal de Cali deberá expedir en los próximos meses los acuerdos correspondientes para darle forma a la nueva entidad que tendrá grandes impactos en la conformación institucional vigente y en las políticas que se ejecutan como parte de la materialización del plan de desarrollo de la actual administración.
Además de los problemas ya caracterizados de la ciudad cuya solución no parece tan clara con el nuevo régimen de Distrito Especial es conveniente preguntarse sobre las implicaciones o impactos del mismo en el Plan de Ordenamiento Territorial que fue adoptado con el Acuerdo N° 0373 DE 2014 por medio del cual se adoptó la revisión ordinaria del contenido de largo plazo del POT de Cali (ver).
Como lo señala López (ver) los complejos problemas de Cali siguen sin mayores modificaciones no obstante la reforma administrativa del 2016 que creo 6 nuevos departamentos administrativos (de Contratación Pública, de Tecnologías de Información, la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, la Secretaría de Desarrollo Económico y Secretaría de Desarrollo Territorial y Participación Ciudadana).
Cali tiene la segunda tasa más alta de subempleo entre las 13 cabeceras municipales del país en el trimestre mayo-julio de 2018 (43,2%), y un 11.1% de desempleo. Es decir, de cada 100 Personas Económicamente Activas (PEA) 54,3% tienen dificultades de trabajo estable y/o protección social. Y los temas prioritarios en la percepción de la ciudadanía se mantienen, entre ellos, la deficiencia en la prestación del servicio de salud, la baja capacidad instalada e infraestructura con relación a equipos médicos y los incrementos de embarazos no deseados.
En educación, el 30% de los niños entre 5 y 15 años están por fuera del sistema educativo en 2017[25] y el puntaje en las pruebas saber 3, 5, 9 y 11 fue inferior al registrado en 2016.
En movilidad, hay un aumento de parque automotor, en 2017 había 1 carro matriculado por cada 5 habitantes y 1 moto por cada 6 habitantes mientras el Sistema MIO no ha logrado levantar indicadores de tiempo de desplazamiento, calidad, y sostenibilidad financiera.
En economía, la tasa de informalidad de 45% en 2017 no cede y el desempleo (11.8%) fue superior al registrado en 2016. en conclusión; las reformas administrativas no están en función de los problemas de la ciudad que demandan respuestas más efectivas (ver).
Sume a lo anterior preocupaciones válidas por una eventual atomización de la administración y la desarticulación de la hacienda pública como consecuencia del nuevo modelo distrital.
En el ámbito del POT surgen también cuestiones que deben ser abordadas en el marco de la construcción del Distrito, sus nuevas localidades, rentas, sistemas presupuestales, tasas ambientales, exoneraciones tributarias y la regulación de la inversión extranjera.
Está visto que el imparable crecimiento urbano de la ciudad visibiliza nuevos y delicados problemas que requieren de una intervención calificada del Estado con las normas contenidas en el POT, sus documentos de apoyo técnico y el expediente municipal.
La Comuna 22 y el sector de Pance crecen en altura, pero con pocas previsiones ambientales, de movilidad y en otros campos que sugieren vacíos en el POT los cuales bien podrían ser abordados en el debate en curso sobre el Distrito Especial.
Las nuevas edificaciones que pululan en el sur desconocen políticas recientes como las indicadas en el Conpes 3919 del 2018 de edificaciones sostenibles, en armonía con el sol, el viento y el agua (ver).
Adicionalmente, un grupo de expertos y prestantes urbanistas ha sugerido pensar el nuevo Distrito Especial de Cali en los términos de una reorganización urbana y regional que tiene como referencia el amplio espacio entre las calles 25 y 26 que contiene el corredor de transporte masivo de pasajeros a lo largo de las ferrovías que atraviesan Cali, según el Acuerdo 02 de 05/09/1980 del Concejo Municipal de Santiago de Cali, junto con el que va a Palmira (ver).
Se trata de un Nuevo Eje Urbano y Regional para Cali (ver), integrando no solamente un nuevo corredor vial y férreo que comunica la ciudad con los municipios de Yumbo y Jamundí, sino lo urbano, arquitectónico y paisajístico, a los dos lados a lo largo del mismo, junto con sus aspectos económicos, sociales y culturales. Y por supuesto su prolongación a Cartago (Pereira, Cartagena) y a Santander de Quilichao (Popayán, Pasto, Quito), y a Buenaventura (el Pacífico) y Palmira (Bogotá, Villavicencio, Caracas).
Estamos delante de una reflexión estratégica que aborda la ciudad en el largo plazo y, a mi juicio, debe ser considerada en los acuerdos que expida próximamente el concejo de la ciudad.