Muchos son los mitos que se tejen sobre el chontaduro, un fruto de los trópicos cuyo consumo, aseguran, es de gran beneficio para la salud y un alimento completo para el ser humano, pero además, los nativos del Pacífico y las vendedoras, certifican que es un afrodisíaco, es decir que a quien lo consume "le da fuerza en... la mirada".
En nuestra América el fruto se le conoce con varios nombres: En Ecuador se le llama Peibaye; en el Peru, Pijuayo; en Venezuela, Piriguao o Acana y en Brasil Pupunha.
El chontaduro, que tiene un nombre científico nada apetitoso, bactris gasipaes, tiene forma de corazón. Es un fruto carnoso y sus colores pueden ir del rojo al naranja y al amarillo. Los amantes del fruto aseguran que tiene grandes propiedades nutricionales.
El fruto lo da una palmera de gran altura que se cultiva en los climas calientes y ha sido por tradición, fuente de alimentación para las poblaciones que habitan las selvas del pacífico. Para consumirlo primero hay que hervirlo en agua con sal.
Pero no solamente se le consume como un disfrute especial, también tiene aplicaciones terapéuticas en el tratamiento de la anemia, la falta de apetito, falta de vitalidad en el cabello, y se recomienda para quienes sufren de problemas digestivos o que padezcan molestias del estómago, dicen.
Según estudios, "la pulpa del chontaduro es un estimulador de las glándulas de secreción interna como los ovarios, la próstata y gónadas. También es una fruta muy recomendable para aquellos que sufren pérdidas de memoria, ya que ayuda a fortalecer el cerebro. Su efecto afrodisiaco es uno de los atributos más conocidos del chontaduro".
Por estos días por todas las esquinas de Cali se ven racimos enormes de chontaduro y voceadores que anuncian el sabroso fruto. Y es que no hay nada más agradable que acercarse a la carreta donde venden los chontaduros y consumir varios con sal, o con miel de abeja, o con leche condensada. Tampoco falta a quien les gusta llevar los chontaduros comprados para comerlos acompañados de un aromático tinto en uno de los cafés de la ciudad.
El chontaduro tiene muchos usos: en jugo, en harina para elaborar productos de pastelería, como parte de una ensalada y las cocinas sofisticadas lo están incluyendo en sus propuestas culinarias.
Cali huele a chontaduro. Son muchos los transeúntes que conjuran el agite cotidiano realizando una parada frente a la vendedora de chontaduro. Es muy común que las bromas, al ingerir el fruto afloren en los labios de estas mujeres que ponen colorido a las calle de una ciudad agitada y apurada: “Seño, lleve el chontaduro que es afrodisíaco, se lo recomiendo, le sirve para no quedar mal con la amiga, ah, y recuerde que el que come chontaduro, muchacho seguro".