El Concejo Municipal debate el proyecto de acuerdo que implementa la Ley 1933 del 2018, la cual categoriza al municipio de Santiago de Cali como distrito especial.
Justo tal proceso ocurre cuando la ciudad cumple 483 años de vida.
La transformación administrativa de la alcaldía de Cali será un acontecimiento institucional de amplias repercusiones en la vida de sus más de 2 millones quinientos mil de habitantes, y de la población de los municipios circunvecinos.
¿En qué términos se da esta importante transformación? ¿Cuáles son sus ejes principales? ¿Cuál es el horizonte del modelo que se pretende materializar?
La administración del alcalde Armitage adelantó los arreglos correspondientes para asumir cada una de las tareas planteadas.
Desde el despacho del alcalde se confió a un reputado experto de la nueva gestión pública, Alejandro Becker, la tarea de planificar el nuevo distrito especial, con la asesoría de la Alianza de Universidades para el Desarrollo Urbano y Regional (Icesi y San Buenaventura) y el acompañamiento de la del Valle como facilitadora del proceso.
El soporte del modelo propuesto es a todas luces consistente, apropiado y conveniente. No se trata de una idea mediocre e improvisada. Allí están las bases constitucionales y legales del arreglo estatal vigente, las concepciones más avanzadas sobre la descentralización, la desconcentración y el desarrollo institucional moderno requerido para apalancar el desarrollo económico, social y político.
Las ideas e iniciativas del nuevo paradigma fueron ampliamente tratadas en los meses recientes en diversos eventos ciudadanos como las mesas de trabajo; los talleres de participación ciudadana; los grupos focales; y con la acogida de propuestas a través de la radicación física en la ventanilla única de atención al ciudadano.
Actividad que el cabildo quiere profundizar con nuevas convocatorias ciudadanas que en nada riñen, como lo pretenden algunos impregnados de cierto aire clientelar, con el espíritu de participación alentado desde la administración central.
Se trata de un asunto de todos los caleños.
Ejes principales del modelo a construir son la organización de las nuevas localidades, sus funciones y competencias, la escogencia de los alcaldes locales, la elección de los ediles y los recursos fiscales para los Fondos locales.
Lo que se sugiere es organizar la ciudad en 6 localidades conformadas prioritariamente partir de las cuencas hidrográficas. Son cuatro urbano-rurales y dos urbanas, denominadas Cali-Aguacatal, Cauca Norte, El Pondaje, Cauca Sur, Pance Lili y Cañaveralejo.
Se trata de dar curso a un innovador policentrismo que sustente una nueva concepción de urbanismo social asociado a los ajustes inevitables al POT vigente desde el 2014.
La nueva realidad institucional supone prever una etapa de transición para que el aterrizaje ocurra sin mayores traumatismos. En ese sentido se sugiere un pasaje desde la actualidad hasta el año 2028, en que la nueva arquitectura sea un hecho. Hay un plan de acción con hitos destacados y unas previsiones fiscales cercanas a los 170 mil millones de pesos que en nada alteran el marco fiscal aprobado hasta el 2030.
