Recientemente se expidió la Ley 1933 de agosto del 2018 que clasifica a la ciudad de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, como distrito especial, deportivo, cultural, turístico, empresarial y de servicios.
Cali es una de las más antiguas (482 años) e importantes ciudades de Colombia. Con casi 3 millones de habitantes y un gran desarrollo urbano, demográfico, industrial y científico. De hecho su auge ha dado forma a un área metropolitana que integra a municipios como Jamundí, Yumbo, Palmira, Florida, Puerto Tejada, Candelaria y Santander de Quilichao.
En esta urbe hay una hibridación de razas con gran influencia de la población afrodescendiente e indígena.
La Ley 1933 determina que el régimen administrativo y político que regirá en adelante para la ciudad será el que ordena y regula la Ley 1617 del 2013 por la cual se expide el régimen para los Distritos Especiales.
El paso que se ha dado por parte del órgano legislativo transforma los sistemas de gobernabilidad y gobernanza de Cali exigiendo una mayor participación democrática de la ciudadanía.
Con la Ley 1933 se hace necesario avanzar en una muy amplia reforma administrativa y territorial que asuma los retos del desarrollo de la ciudad.
Será conveniente desarrollar la Ley 1617 del 2013 que contiene las disposiciones que conforman el estatuto político, administrativo y fiscal de los distritos. El objeto de dicho estatuto es el de dotar a los distritos de las facultades, instrumentos y recursos que les permitan cumplir las funciones y prestar los servicios a su cargo, así como promover el desarrollo integral de su territorio para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, a partir del aprovechamiento de sus recursos y ventajas derivadas de las características, condiciones y circunstancias especiales que estos presentan.
Hay que resaltar el componente democratizador de la norma que determina una línea de participación comunitaria y veeduría ciudadana, para que las autoridades distritales promuevan la organización de los habitantes y comunidades del distrito y estimulen la creación de las asociaciones profesionales, culturales, cívicas, populares, comunitarias y juveniles que sirvan de mecanismo de representación en las distintas instancias de participación, concertación y vigilancia de la gestión distrital y local. El Concejo de la ciudad, de conformidad con la Ley dictará las normas necesarias para asegurar la vigencia de las instituciones y mecanismos de participación ciudadana y comunitaria y, para estimular y fortalecer los procedimientos que garanticen la veeduría ciudadana frente a la gestión y la contratación administrativas.
Los distritos especiales contarán con un departamento para el fortalecimiento de las veedurías ciudadanas, con el apoyo y concurso de los organismos de control y vigilancia dentro del respectivo ámbito territorial.
En ese espíritu hemos organizado con un amplio núcleo cívico y ciudadano una veeduría al proceso de implementación de la ley y organización de Cali como un distrito especial.
Vamos a realizar diversos eventos en las 22 comunas y 15 corregimientos para debatir con las comunidades ciudadanas las implicaciones de la transformación políticas y administrativas de Cali al convertirse en distrito especial.
Iniciaremos con un foro en la biblioteca departamental el próximo 23 de agosto desde las 4 de la tarde.
