En el centro se consigue lo que se quiera conseguir. Los que merodean la zona y quienes la conocen de arriba abajo saben que en el centro de Bogotá es la tienda legal e ilegal más grande de la ciudad y tal vez del país. Carros, motos, celulares y hasta ropa robada se consigue en el centro de Bogotá.
Pero el mercado de lo extraño y de lo ilegal va más allá. Cerca de Medicina Legal, según lo cuentan las notas recogidas en el Libro negro de le brujería en Colombia del antropólogo e historiador Esteban Cruz Niño, se comercializa desde el siglo pasado y tal vez aún, grasa y huesos de muertos.
En el libro, editado por Penguin Randon House, se cuenta que a la grasa extraída de los cadáveres se conseguía cerca de la antigua Calle del Bronx y del Cartucho principalmente para hacer maleficios y brujerías. También la usaban los sobanderos del centro para su hacer su trabajo. Grasa que se conseguía con facilidad en las funerarias de la zona, con las personas que arreglaban los cadáveres.
También se consiguen allí huesos de muerto. Así lo cuenta el antropólogo. Los cuales tienen varios usos, entre ellos, uno de los más escabrosos es el culinario. Dice la historia que retumba en las calles, que dueños de restaurantes han amarrado a sus comensales preparando sus comidas con la sustancia que dejan los huesos de los muertos. La clientela, sin saberlo, vive atada a un local comercial y el secreto, según lo dicen en el centro, está en la grasa que va dejando la cocción de los huesos de muerto.