No hay duda de que a muchos favorece tener siempre a su disposición una persona que le lleve los remedios, las comidas. Hay mucha gente sola y mayor que ya no puede valerse por sí mismo. Pero, lo que es inobjetable es que la mayoría de los Rappi tenderos se ven sucios, desprotegidos, y es común verlos como mendigos frente a los supermercados. Uno teme por ellos y por la gente que recurre a ellos. Por eso, denuncias como estas son ya moneda corriente en el país:
No es la única voz: