El siguiente texto no es solo una denuncia pública a nivel nacional e internacional; es la visibilización de una crisis social y humanitaria a causa del conflicto social, armado y fratricida.
El 5 de mayo de 1999, 136 personas de las comunidades Páez entre hombres y mujeres vieron realidad, después de muchos años, el sueño de sus generaciones anteriores: la constitución legal del resguardo Ondas del Cafre, asentada en la jurisdicción del municipio de Mesetas, departamento del Meta. El territorio mencionado abarca un área de 4,075 hectáreas de inimaginable belleza: nacimiento del río Cafre y vertientes, bosque por doquier, espacios idóneos para ejercer la actividad agropecuaria, además de las riquezas minerales, especialmente oro y petróleo. Para cualquier persona del común lo anterior sería la fantasía más grande hecha realidad. Por desgracia, la suerte de la población ha sido otra. Llegaron los cafres al Cafre (entendido éste como bárbaro y cruel).
Llegó el septentrión, y consigo, una ola despiadada de desembarcos, bombardeos, disparos por doquier, retenciones arbitrarias, saqueos, miedo, muerte, terror y otros tantos vejámenes. Aquel lugar elíseo ahora es el más profundo de los infiernos de Dante. ¿Quiénes son esos personajes despiadados que han traído dolor a la comunidad del Cafre? Las Fuerzas Militares (FFMM). En aras de no hacer innecesariamente extensivo este relato al lector y enfocar el mismo como medio de sensibilización más que de denuncia, el presente solo aborda lo acontecido en los últimos meses, como se mostrará a continuación:
1. En agosto de 2014 fueron capturados los ciudadanos miembros del cabildo indígena Adelio Poveda, Ílder, Heriberto y Rubén Medina, y Rosalia Guetio, bajo los supuestos delitos de rebelión, concierto para delinquir con fines extorsivos y almacenamiento de minas antipersonas. Al día de hoy, ninguno de esos cargos han podido ser demostrados por el ente acusador, por lo que se exige su pronta liberación.
2. Hacia el mes de octubre de 2014, bombardearon el nacimiento de agua ubicado en uno de lo filos que integran el resguardo, afectando gravemente el riego y consumo del líquido vital para cultivos y seres vivos, respectivamente.
3. El pasado noviembre, unidades del Ejército intentaron decomisar el transmisor de la emisora indígena, argumentando que ésta se encuentra en función de la guerrilla. Hasta la actualidad, no ha podido salir nuevamente al aire. Además, durante este mes también se han decomisado sin justificación algunas las remesas de la población, fruto de su mal pago trabajo; de esta manera el resguardo se ha convertido en una prisión a cielo abierto.
4. El 4 de diciembre, unidades militares ingresaron ilegalmente a las viviendas de los habitantes del Resguardo, despojándolos de algunas de sus pertenencias de diversos tipos.
5. El 30 de diciembre a las 11:00 p.m. en las cabeceras del río hubo bombardeos, y el desembarco a la 01:00 a.m. del 31 de diciembre; no hubo víctimas civiles ni bajas enemigas. “No hay objetivos militares para los bombardeos”, narra un miembro del cabildo cuya identidad se reserva por seguridad. Del mismo modo, en 20 meses que reside un habitante en este territorio, narra que ha presenciado 4 bombardeos con avionetas, helicópteros, y en un filo que hace parte del territorio indígena, en la fecha mencionada instalaron un mortero y arrojaron bombas desde las 6:00 p.m. hasta la madrugada del día siguiente. Resultado: 0 guerrilleros capturados,0 guerrilleros neutralizados, 0 guerrilleros heridos, 0 guerrilleros muertos, 0 guerrilleros encontrados. Motivo: no hay tal presencia en esta área sagrada.
6. El ejército les han quitado varias de las remesas que suben a mula del pueblo para satisfacer sus necesidades básicas de comida, vestuario, aseo personal y de sus viviendas.
