Luego del atroz asesinato y violación del que fue víctima la menor de 7 años de edad Yuliana Samboni, en Colombia se volvió a abrir el debate sobre establecer la cadena perpetua a personas que cometan delitos en contra de menores de edad.
Después de haber pasado algunos días, es pertinente hacer una reflexión sobre si la solución es establecer penas de cadena perpetua en Colombia (sin entrar a estudiar temas de constitucionalidad ya que desde mi opinión jurídica este tipo de reformas no podrían establecerse en nuestro país ya que constituyen una sustitución a la Constitución), o por el contrario se deben aunar esfuerzos por mejorar nuestro sistema de justicia y disminuir la impunidad.
En primer lugar es importante señalar que en Colombia se han venido aumentando las penas para los delitos en contra de las mujeres (feminicidios) y en contra de los menores de edad. De igual manera con la expedición del Código de Infancia y Adolescencia se erradicaron los beneficios jurídicos para las personas que cometan delito en contra de nuestros menores. Sin embargo todas estas medidas no han logrado disminuir la criminalidad en contra de las mujeres ni de los menores en el país.
Desde mi punto de vista el problema radica en la falta de aplicación de las penas vigentes, para nadie es un secreto que la justicia en Colombia afronta dificultades, problemas de carácter estructural que generan una percepción de mal funcionamiento y amplia insatisfacción de la ciudadanía frente al ejercicio de la justicia como herramienta clave para la solución pacífica e institucional de los conflictos, diferencias y violaciones al ordenamiento jurídico establecido en nuestro país.
En Bogotá, actualmente existe un serio problema en torno a la investigación, acusación, juzgamiento y condena de los delincuentes que, de manera criminal, violan la Ley. No basta sino observar los lamentables hechos que acontecieron días atrás cuando un joven conduciendo en estado de embriaguez provocó un grave accidente en la localidad de chapinero, dejando una persona muerta y otras 10 heridas, por este hecho el juez de control de garantías ordenó la casa por cárcel para el presunto homicida.
También se pueden nombrar como ejemplos el caso del joven Luis Andrés Colmenares quien fue asesinado en el año 2010, y a la fecha no se ha dictado sentencia definitiva en este caso.
Y ni que decir de la ridícula pena de 14 años de prisión interpuesta al el ex senador Ivan Moreno, quien junto a su hermano, ex concejales y contratistas desangraron, destruyeron y se robaron a la ciudad en el llamado “carrusel de la contratación”, las constantes y sospechosas dilaciones en estos casos, las insignificantes condenas y los privilegios otorgados por parte de la justicia a estos mal llamados ladrones de cuello blanco, y las numerosas oportunidades en que estos delincuentes quedan en libertad por discrecionalidad de los jueces o por lo que es más grave por vencimiento de términos, envía un mensaje a la sociedad de que en Colombia la ilegalidad es un buen negocio, pero no cualquier ilegalidad, los grandes delitos, ya que en este país a una persona que por hambre roba una caja de caldos de gallina le interponen penas de hasta 6 años de prisión.
Así las cosas, la crítica y problemática situación de la justicia Colombiana amerita, sin duda, la adopción de reformas y transformaciones que apunten a resolver los principales problemas, y que, en no pocos aspectos necesita de decisiones prontas y correctivos urgentes, situaciones como los hacinamientos en las cárceles, los continuos paros de los trabajadores de la rama judicial por la falta de estabilidad laboral o de salarios justos deben terminar, para que los delincuentes dejen de confiar en que sus actos no generarán ninguna sanción o que simplemente pueden comprar o negociar una decisión judicial favorable, y que los ciudadanos de bien encuentren en la rama judicial el compromiso y la confianza de la cual se carece tanto por estos días .
De esta manera, considero que la cadena perpetua no tendría un efecto disuasivo real, como lo demuestra la experiencia de países que la aplican. La reducción real de los delitos se podría conseguir con el fortalecimiento de la justicia, mejorando los mecanismos de investigación para poder capturar y procesar a todos los responsables de los crímenes, especialmente los que se cometen en contra los niños, al igual que la aplicación con eficacia y transparencia la normatividad vigente.
@geovannibta
