Con el recuerdo de las manifestaciones violentas de 2014 en Venezuela en las que murieron 44 personas y ante la convocatoria, también por parte de la oposición, para este jueves de la denominada "toma de Caracas", el Movimiento de Solidaridad con Venezuela (MSV) ha denunciado lo que ha definido como una nueva "intentona golpista de la ultraderecha" contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Representantes de las organizaciones sociales y políticas que integran la plataforma han alertado de "la escalada de violencia que se pretende iniciar en Venezuela por parte de la oposición radical del país". "Cada vez que la oposición venezolana organiza una manifestación hay muertos", ha declarado Pedro Barea, representante del MSV, durante una rueda de prensa en Madrid, en el Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en España.
"La ultraderecha venezolana cuenta con la complicidad absoluta de las multinacionales mediáticas a nivel internacional. Estas presentan al Gobierno bolivariano como dictatorial y a la oposición violenta como represaliada política. La verdad es justamente la contraria. El Gobierno venezolano sufre constantes arremetidas golpistas y la oposición organiza algaradas para que se produzcan víctimas mortales y así justificar una intervención militar contra Venezuela", ha añadido Barea, que en el acto ha leído un comunicado del MSV. En el mismo se señala a Estados Unidos, junto a "instituciones y Gobiernos capitalistas de todo el mundo", como uno de los principales apoyos de la "oposición violenta".
La plataforma asegura que la oposición se escuda en "presuntas trabas del Gobierno" para denunciar que se está impidiendo la celebración del referéndum revocatorio. Sin embargo, defiende el MSV, "es la propia oposición la que sistemáticamente ha incumplido los plazos y conculcado la legalidad vigente para llevar a cabo esta herramienta democrática promulgada por la propia revolución bolivariana".
Con este mensaje, la plataforma responde de este modo a la gran manifestación de este jueves en Caracas convocada por la plataforma de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) que fije la fecha para el referendo revocatorio contra el presidente Maduro. Las autoridades han preparado un gran despliegue policial ante la previsible congregación de miles de manifestantes para evitar episodios violentos como los de 2014.
Seguidores de Maduro, por su parte, han convocado una contramarcha en la céntrica avenida Bolívar del municipio Libertador de Caracas para ratificar y demostrar el respaldo popular al presidente venezolano. El Ejecutivo asegura que los opositores pretenden atentar contra la estabilidad del Gobierno y ha efectuado varias detenciones, registros e investigaciones ante supuestos planes violentos. Uno de los episodios más polémicos ha sido la expulsión de tres periodistas de medios internacionales ─César Moreno, de la emisora colombiana Caracol; Marie-Eve Detoeuf, del diario francés Le Monde; y John Otis, corresponsal de la radio estadounidense NRC─ que pretendían cubrir la protesta opositora. El presunto plan "golpista", según el Gobierno, intentaría repetir las acciones del fallido golpe de Estado de 2002, que sacó brevemente del poder al antecesor de Maduro, el fallecido presidente Hugo Chávez.
"Estamos asistiendo en toda América Latina a un intento de control de la región por parte del imperialismo de Estados Unidos", ha denunciado por su parte Francisco Pérez Esteban, secretario de Solidaridad y Derechos Humanos de Izquierda Unida, en la rueda de prensa del Movimiento de Solidaridad con Venezuela. Pérez ha recordado cómo este miércoles "se destituyó de forma ilegal e ilegítima a la expresidenta democrática Dilma Rousseff en Brasil".
"La campaña internacional contra Venezuela es constante y quiere imponer una agenda neoliberal de forma antidemocrática como ha ocurrido en Paraguay, Honduras y Brasil", ha agregado Pérez, que también ha valorado de forma positiva el papel de mediador entre Gobierno y oposición que ha ejercido el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Su intención es la de promover el diálogo. No otros como Felipe González, con sus actitudes incendiarias. Se necesiton actitudes como la de Zapatero, hacen falta impulsores de diálogo", ha concluido.
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