La noticia del cierre de 600 colegios privados prendió las alarmas de que algo está pasando con la educación de los niños después de pandemia, que cambió muchas cosas. El reacomodo no ha sido fácil ni para los estudiantes, ni para las instituciones ni para los padres de familia mientras Colombia sigue rezagada en los indicadores de calidad de la educación.
Se ha avanzado en cobertura y en el acceso gratis a los colegios, pero sigue habiendo una importante deserción y la preparación para continuar estudiando en universidad o institutos tecnológicos también está fallando. La profesora Edna Bonilla fue la Secretaria de Educación durante los cuatro años de la Alcaldía de Claudia López y formó parte del equipo de Lucho Garzón, quien fue el primer gobernante de izquierda en llegar a la alcaldía de una capital. Le tocaron los duros años de pandemia y ha vivido desde dentro una transición que aún no encuentra una senda clara.
Juan Manuel Ospina: Vivimos un momento muy confuso en un tema crucial como es la educación. ¿Hay una crisis? ¿Qué significa, qué hacer, desde tu experiencia?
Edna Bonilla: Imposible sustraerse de la crisis general cuando la educación es la esencia del ser humano. Pero la educación debía, mejor dicho, ser aquella razón que tenemos para la esperanza, que nos puede sacar de la crisis.
Hablar de educación es decir Colombia tiene razón para poner en el centro de agenda a los niños, las niñas y los jóvenes, y eso debería reflejarse en una decisión política, el presupuesto es la materialización de esa apuesta política. Y un país que invierte en educación es un país que sabe hacía donde debería ir. Pero seguimos sin priorizar la educación ni en lo político ni en lo presupuestal. La educación es lo que permite nivelar la cancha.
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