Hoy continuamos nuestra jornada de entrega y pedagogía para el buen uso del tapaboca en Lipaya y Evaristo Sourdis. Quédense en casa que #DeEstaSalimosJuntos. pic.twitter.com/rMQlTsiu9W
— Fundación Tecnoglass (@FunTecnoglass) July 1, 2020
Otra vez con el comunero Castillo y más de 40 valientes voluntarios que desafían el virus se lanzaron a las calles de los barrios más afectados por la pandemia y donde más víctimas se registran para colaborar con el empresario y empezaron a repartir en cada casa paquetes de tapabocas, inicialmente son 100 mil que se espera repartir en 15 días pero vendrán 200 mil más reutilizables que Daes le está pidiendo a los fabricantes nacionales a través de su cuenta de Twitter .
Estamos buscandos 200 mil tapabocas lavables. Necesitamos dotar al depto y a barranquilla de tapabocas. Esto lo paramos ya. Manden sus ofertas a [email protected]. Que tengas especificaciones.
— Christian Daes (@ChrisDaes) July 1, 2020
Castillo y su grupo de voluntarios le ordenaron a los artesanos que hacen las carrozas del carnaval que le hicieran dos muñecos que reflejarán el agresivo virus para hacer con ellos puestas en escena callejeras junto a los ya tradicionales africanos del ataúd que se han convertido, gracias las redes sociales, en personajes populares en la ciudad .
Diariamente recorren las ardientes calles de Barranquilla en jornadas de 8 horas sin parar, bailan y hacen ruido para llamar la atención y después de despertar el interés de los habitantes del barrio imparten una especie de evangelización en las puertas de las casas que muestra la importancia del uso del tapabocas como antídoto eficaz para prevenir el contagio.
La gente nos manifestaba que hacia falta más pedagogía en los barrios, y no fuimos inferiores a su petición, con @ChrisDaes y la @FunTecnoglass llevamos tapabocas para toda la familia #MiCalleSeCuida. Hoy en el barrio #Lipaya 😷😷🤜🏼🤛🏽 pic.twitter.com/83j3Mz6rBU
— Alexis Castillo (@Alexis_Lic) July 1, 2020
El resultado, según Castillo no ha podido ser más efectivo, “La gente nos dice que esto era lo que hacía falta, que no tienen con que comprar el elemento y que muchos no sabían ni como usarlo, ni que fuera tan necesario. Nos agradecen después de pasar por cada casa donde les queda claro que esto es en serio y que mata” dice Castillo al terminar la jornada de ayer a más de 40 grados en una Barranquilla ardiente y angustiada .
Las jornadas irán creciendo y sumándose a las que realizan alcaldía y gobernación y que esperan poner entre todos y en la cara de los habitantes de la ciudad cerca de dos millones de tapabocas en una frenética carrera contra el reloj que puede significar la diferencia entre vivir o morir, en una acción de prevención nunca antes vista en el país .