El Tribunal de Apelación de Cabo Verde encargado de la causa que acorrala a Alex Saab, presunto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, acordó ayer lunes su extradición a Estados Unidos.
Estados Unidos acusa a Alex Saab de gestionar una vasta red de corrupción en beneficio del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a través de un plan gubernamental de ayuda alimentaria para familias desfavorecidas. De hecho, la oposición venezolana lo considera el "testaferro" del propio mandatario venezolano. El gobierno de Maduro siempre ha cerrado filas con el empresario, nacido en la ciudad de Barranquilla, Colombia. El Gobierno lo considera un operador oficial, y en sus inicios siempre se refirió a él como “enviado especial” y la semana pasada lo nombró embajador extraordinario ante la Unión Africana.
En agosto pasado, un tribunal de Cabo Verde había dado el visto bueno a la extradición de Saab, detenido durante una escala técnica de su avión, a mediados de junio. Sus abogados apelaron entonces la decisión. El gobierno de Maduro, que considera su detención "arbitraria", pidió en septiembre una "medida humanitaria" para el empresario de 49 años, alegando que había sufrido "maltrato" y "torturas". Un tribunal regional ordenó detener la extradición, pero el proceso siguió su curso.
Saab y su socio Álvaro Pulido fueron acusados en julio de 2019 en Estados Unidos de lavar dinero según un esquema de sobornos, en el cual habrían transferido 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas en el extranjero que ellos poseían o controlaban. El colombiano mantuvo siempre bajo perfil hasta que apareció en la prensa, cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega lo acusó, en 2017, de ser uno de los testaferros de Maduro.
Washington, que encabeza la presión internacional contra Maduro, ha impuesto sanciones contra quince empresas vinculadas a Saab, incluidas en una lista negra estadounidense como "beneficiarias".