El presidente Duque reservó su agenda para atender a los directores de partidos que convocó tras la recaptura de Jesús Santrich por parte de la Fiscalía. En la Casa de Nariño los recibió uno a uno para discutir el remezón que sufrió la justicia en los últimos días y llegar a un acuerdo para defender la extradición. Después de reunirse con Uribe y Gaviria, jefes del Centro Democrático y el Partido Liberal, el turno fue para Aurelio Iragorri, cabeza de la U. Iragorri puso sobre la mesa unas condiciones mínimas para llegar a un acuerdo con el gobierno: actuar de manera efectiva para proteger a los líderes sociales y excombatientes de las Farc, respetar el acuerdo de paz, dar garantías sobre la terna del próximo fiscal y, finalmente, convocar a la oposición, una respuesta que sorprendió a algunos. El presidente no invitó a esta reunión de alto vuelo a los dirigentes del Partido Verde ni a la lista de los Decentes, que representan otros partidos de oposición como MAIS y UP, pero Iragorri insistió en la importancia de su participación en este pacto al que quiere llegar Duque para darle salida a una coyuntura que le exige ponerse al frente como presidente.