“Desfile de jinetes, carrozas, bandas de música, danzantes, que se organiza como festejo popular”. Por ninguna parte en esta definición de la palabra Cabalgata, según el diccionario de la Real Academia Española, figura que los chalanes y amazonas vayan tomando licor.
Pero contrariando a la RAE y a los principios elementales de un acto público, las autoridades de Bucaramanga insisten en realizar en el marco de la llamada ‘Feria de Ciudad Bonita’ este caótico desfile en el que un no insignificante número de jinetes a la vez que lleva las riendas del animal, se desboca consumiendo cerveza, aguardiente o Whisky.
Año tras año, miles de ciudadanos ávidos de esparcimiento acuden a la calle 56 y a la carrera 27 de la capital santandereana con el único propósito de divertirse sanamente y lo que se encuentran a cambio es un espectáculo grotesco, en el que se ve desde el que maltrata al caballo hasta hacerle botar sangre, al que le da por hacer cabriolas a pocos pasos de los asistentes, pasando por quienes por efectos del alcohol apenas pueden sostenerse en la silla.
Copiada de otras ciudades como Cali y Medellín, en donde sí existe esta tradición, la de Bucaramanga ha sido apodada la ‘cagalgata’, y en ella se comprueba una vez más que la mano dura anunciada desde la Alcaldía se queda en simples palabras.
El jefe del Comité local para la prevención y atención de desastres, Fredy Raguá, dijo un par de días antes –según la versión del diario Vanguardia Liberal– que a las personas que estén sobre los caballos y sean sorprendidas ingiriendo licor o ya estén alicoradas, “se les decomisará el trago, serán bajados de los caballos y no se les permitirá continuar el recorrido”.
Sea la oportunidad de preguntarle a la Policía cuántas botellas de licor decomisaron el pasado domingo 15 de septiembre y a cuántos jinetes que estaban bebiendo –tal como lo evidencian las fotografías– no se les permitió continuar hasta la ‘meta’ en el estadio ‘Alfonso López’.
Las que sí se conocen son las cifras de las riñas en los tres primeros días de festejos: 721, pero hay quienes cantan victoria porque es la mitad de los casos que se reportaron en el mismo periodo de 2012.
El director de la feria, Alfonso Prieto García, aspiraba a que durante la cabalgata y todo el evento, se demostrara ‘el civismo y la alegría que caracterizan al bumangués”.
Declarada por el Concejo Municipal como “patrimonio turístico y cultural”, esta “Feria Bonita” hace parte de la estrategia de promoción de la ciudad, “para que afuera se enteren que aquí se hacen cosas de buena calidad”, según afirmó en agosto el alcalde Luis Francisco Bohórquez Pedraza. Sin embargo, los hechos y las imágenes de la cabalgata una vez más van en contravía de ese anhelo.
