A falta de un debate en la plenaria del Senado, se hundió el proyecto de ley que creaba la especialidad rural y agraria. Un proyecto de autoría del gobierno (fue radicado por la entonces ministra de Justicia, Margarita Cabello), el único proyecto del gobierno Duque que implementaba un componente del acuerdo de paz y una solución institucional a la problemática social derivada de la conflictividad frente al uso y propiedad de la tierra.
Al proyecto solo le faltaba un debate para convertirse en realidad; sin embargo, en el camino se encontró con varios enemigos que se empeñaron en hundirlo y para ello se valieron de mentiras o exageraciones. Como era un proyecto muy técnico y abstracto, infortunadamente no ingresó en la agenda de la movilización social o encontró amplio apoyo en medio del paro nacional. Pasó inadvertido para la mayoría de colombianos. Algo que le dio margen de maniobra a sus enemigos para hundirlo.
Quienes se encargaron de hundirlo, dándole la espalda a millones de campesinos y demostrando una vez más su alineación con los grandes terratenientes y despojadores de tierras, fueron los senadores Arturo Char y María Fernanda Cabal. El primero utilizando su posición como presidente del Senado para no agendarlo en el orden del día (en eso los presidentes tienen mucha discrecionalidad) y la segunda promoviendo engaños y mentiras sobre el contenido del proyecto.
El Senado les siguió el juego y fueron muy pocos quienes abogaron por su aprobación. Una vez más la clase política tradicional demostró su desprecio por el campesinado y la implementación del acuerdo de paz.
¿Qué buscaba el proyecto?
Aunque el proyecto fuera conocido como la jurisdicción agraria, en realidad no creaba una nueva jurisdicción, sino que instalaba en la jurisdicción ordinaria una especialidad rural y agraria. Para ello, se fundamentaba en la creación de jueces especiales para resolver las conflictividades alrededor de la tierra. Lo anterior, priorizando los municipios más afectados por la violencia y el abandono estatal (territorios PDET). Además, contemplaba la posibilidad de que los despachos fueran itinerantes (podrían ejercer sus funciones de manera móvil en todo el territorio nacional); privilegiando los métodos alternativos de resolución de conflictos y estableciendo la figura del facilitador: una lideresa o un líder social que tendría formación para orientar al resto de su comunidad en los mecanismos de acceso a la justicia. Esa era la esencia de la especialidad.
Con la especialidad también se pretendía implementar uno de los apartados más importantes de la Reforma Rural Integral acordada con la extinta guerrilla de las Farc-Ep. De ahí que haya resultado particular que su autoría estuviera en cabeza del Ministerio de Justicia, que fuera votado en Comisiones Primeras y plenaria de la Cámara de Representantes por partidos de gobierno y opositores. No obstante, sus principales detractores se encontraban precisamente en el sector más radical del Centro Democrático.
El factor Cabal
Siempre he considerado que los medios, tanto tradicionales como alternativos, son los directos responsables de “inflar” las invencibilidades prefabricadas de personajes como María Fernanda Cabal. A Cabal innecesariamente le dan muchísima prensa, ella se siente cómoda en esa posición, total, tiene muy claros sus intereses y no le molesta sentirse “la reina de los memes” (así me lo dijo una vez en una conferencia). De ella no me sorprende ninguna opinión, tampoco creo que sea tan “tonta” como la pintan en los memes y antes creo que utiliza ese altavoz mediático para hacerse más conocida. A fin de cuentas, su curul se la debe a una opinión de extrema derecha que siempre va a existir; a familiares de miembros de la Fuerza Pública (a quienes defiende a ultranza) que la votar0n sin problema y a compra de votos (de lo que sigue impune). Deberíamos dejar de prestarle tanta atención.
Volviendo a la especialidad agraria y rural, la senadora sacó toda su artillería retórica para desnaturalizar el sentido del proyecto y presentarlo como un “atentado contra el campo colombiano”. Sin ningún tipo de sustento, aseguró que el proyecto buscaba crear una “JEP rural” y que aumentaría la nomina del Estado en cerca de medio billón de pesos. Afirmaba eso en la misma semana en la que votaba positivamente el incremento de la nómina de la Procuraduría (en donde tiene cuotas). A ese nivel de incoherencia e insensatez llega la clase política tradicional.
Pero más allá de su animadversión con el acuerdo de paz (así el proyecto haya sido radicado por el gobierno), su oposición refleja el alcance de sus intereses, alineados con los grandes terratenientes, con los despojadores de miles de familias y con los grandes ganaderos. Su retórica siempre es favorable a los concentradores de la propiedad y contraria a los campesinos despojados o desplazados. Siempre vio la especialidad rural y agraria como amenaza a ese statu quo. ¿Por qué?
Con sus mentiras y engaños, tal vez logró generar temor frente al proyecto y alcanzó eco en Arturo Char. Otro senador tradicional alineado con los grandes terratenientes y con cierto desprecio por los sectores populares. Ambos confluyeron para hundir el proyecto y Cabal cantó victoria. En su cuenta en Twitter afirmó que “Colombia logró escapar del comunismo legislativo” (en verdad, sigo sin entender el porqué les hacen eco a sus tonterías).
¿Esta completamente muerta la jurisdicción agraria?
No. Ya es la segunda vez que naufraga en su trámite en el Congreso, pero a bien puede ser presentado otra vez. Me gustaría que fuera en la primera legislatura del Congreso elegido en 2022, en el que esperemos no regrese Cabal y que sea renovado mayoritariamente por los sectores alternativos. Además, con la garantía de ver a más sectores campesinos y rurales participando en ese tipo de discusiones. No hay que olvidar que el compromiso para implementar el Acuerdo de Paz se compone de tres gobiernos y en una línea temporal de 20 años. Tal vez, en esta oportunidad las mentiras de Cabal hicieron carrera, pero solo faltó un debate para cumplir el objetivo (el primero que fue radicado en el gobierno Santos ni se discutió). Así que no cante tanta victoria senadora Cabal. Sé que pronto se volverá a discutir ese proyecto y que le ganaremos.
Estoy seguro de que volveremos a tener otra oportunidad para saldar una deuda histórica con los campesinos afectados por la violencia y el abandono estatal.