Nadie le niega al uribismo el derecho a hacer política, organizar marchas y tomar parte en elecciones, aunque convierta en bandera la negación de esos derechos a los demás
Lo ocurrido el sábado pasado en la marcha uribista en Bogotá tiene un detalle bastante anecdótico
La experiencia para la No Repetición
El que funge de abanderado contra la corrupción, el que convoca las marchas para lprotestar contra ella, también tiene rabo de paja
Después de todo lo visto, el reto no es reemplazar el sistema, sino enseñarle al país que lo que es ahora, es una impugnable deformación de lo que debe ser
¿Será que una sentencia del Consejo de Estado contra el Partido Liberal y contra el CNE por Violación a la Moralidad Administrativa no tiene importancia y no merece comentarse como notici
“Desde el día que Martín timbró en mi casa, marcó mi vida para siempre”
Como en el caso de Mateo, la cárcel es un espacio de reclusión de quienes son víctimas de las injusticias de la justicia