Nota Ciudadana
.Publicidad. ¡Indignación! Eso era lo que decían sentir aquellos defensores de los símbolos patrios ante el mundo, esos moralistas aficionados que han terminado de desmoralizar la moral, de manosear la dignidad y de establecer su propia ética sin justificaciones, nuevamente, recibiéndola como una herencia, como un discurso pregrabado para la memorización, sin siquiera detenerse un […]