.Publicidad. Sí, de muchísimas cosas estoy inseguro, es verdad, y no me molestan; pero de ninguna estoy tan seguro como de la decisión de nunca más convivir con un maniquí vivo y arrebatado por el orgullo que le regalan sus labios hinchados de bottox, su nueva nariz de pequinés, sus robustas tetas de silicona, su […]