.Publicidad. Cuando estaba joven, cada vez que escuchaba esta palabra, me asustaba. ¿Señal de respeto, acatamiento o miedo? Hoy es una palabra hueca, o como la quieran ver: podrida por dentro. Produce asco. Repugna. No intimida, provoca risa. Asco. Asquea. Es sórdida, como una cabeza llena de piojos. A título de la institucionalidad se mata, […]