Sancionado por la Procuraduría, le sacó provecho a la SAE y terminó siendo depositario de un predio que perteneció al extraditado narcotraficante Pedro Orejas
"Reconozco el error de que sin hablar con él, sin conocerlo de cerca, sin haber vivido un solo día de mi vida junto a él (...) me haya atrevido a juzgarlo y condenarlo"
