El ascenso y caída de Guaidó encierra el apasionante patetismo de un auténtico drama clásico. Su experimento con la presidencia interina se desmoronó a pedazos
Vuelve y se convierte en el centro de atención de los micrófonos, insuficientes, para todos los que quieren decir alguna cosa, lo que sea, con tal de mojar prensa
Estos activistas ambientales no entienden que no pueden pretender obligar a un país como Colombia, que está en desarrollo, a tomar políticas de países desarrollados
Un Pacto Histórico humanista, progresista ha de ser el mejor, el más cordial, el mejor amigo, un orientador, y para ello debe estudiar y capacitarse todos los días
Ni presidente ni Congreso deben olvidar que la paz es una política de Estado. Que su interpretación no sea motivo para atizar una nueva guerra en un país desangrado