.Publicidad. Una generación de jóvenes, hijos de la desesperación, ha nacido en estos barrios. Todos menores de veinte años crecidos en el desarraigo y la pobreza. Sin escuelas, sin parques, sin futuro. El miedo manda en las calles: patrullan con changones y cuchillos, venden droga en las esquinas; sentencian a los vecinos, cobran vacunas; atemorizan […]