Con 12 años vendía libros en una canasta para poder comer. Después construyó un emporio de 35 papelerías y acaba de ser multado por publicidad engañosa
El argentino, ya ciego, le pedía a su madre que le leyera sus libros favoritos entre los que se contaba La Vorágine. Odiaba a Vargas Vila y, sobre todo, a Gabo