“Hay que hacer visible lo invisible”, esta es una de las razones por las que la fotógrafa Delia Jaramillo realizó un trabajo de dos años y medio en La Guajira, más exactamente en el cabo de la Vela, en donde con dos miradas diferentes, capturó con su lente a María Peñaranda, la mujer que vive en una cueva a orillas del Mar Caribe, en una zona sagrada para los wayuu.
Alrededor de la vida de este personaje se han construido leyendas caribes, que pasarán de generación en generación, algunos dicen que llegó en una embarcación y que es la guardiana del pilón de azúcar, otros que es venezolana y que abandonó a su marido porque se enamoró del mar, que tiene hijos en diferentes ciudades del país.
Lo que si es cierto es que el encuentro entre la fotógrafa y María cambiaría un poco la suerte de la ermitaña, al ver que nadie podía moverla de la cueva, delia se encargó de llevar médicos desde Riohacha para la que revisaran su estado de salud, también consiguió que una tejedora wayuu se encargue de llevarle alimentos.
La exposición muestra en imágenes la realidad de María y quizás una transformación en el aspecto físico de la mujer a partir del primer encuentro con Jaramillo; en otra mirada, también busca denunciar la situación ambiental que vive la alta Guajira: “miles de árboles adornados de plásticos y basuras”
Esta muestra de la caldense, ex modelo de pasarela en los años 80 que decidió estudiar fotografía y montar su propia galería, después de años de trabajar en el medio hotelero, estará abierta al público hasta el 17 de diciembre en en la calle 71# 13 - 81, en Bogotá