En semanas recientes El Tiempo ha montado una sesgada campaña antimexicana que resulta irresponsable a los ojos de los lectores. Y habría que averiguar si es motivada por una rueda suelta en su página de internet o es una línea editorial dada por algún superior.
Muchas de las noticias las tengo frescas en la memoria, sobre todo en las secciones de Tendencias (tendenciosos, será) o Gente, pero basta hacer una búsqueda específica en su página de Internet en los últimos dos meses para que una larga lista de titulares, con sus respectivas fechas de publicación, termine de ponerlos en evidencia:
Exigen justicia por bebé fallecido tras ser declarado muerto por error (nov. 30), Familia escapa, a toda velocidad, de sicarios en México (nov. 30), Alcaldesa regala palas para que mamás busquen a hijos desaparecidos (nov. 28), Las lujosas casas que les han confiscado a los narcos mexicanos (nov. 27), Hombres se masturbaron durante foro sobre violencia contra la mujer (nov. 27), Iba en un bus con su novia y se encontró con su esposa y suegra (nov. 25), Capturan a mujer que le dio a su hija clonazepam para que no llorara (nov. 21), Suspenden a dos policías por tener sexo en plena hora de trabajo (nov. 19), Fatal accidente de funcionario mexicano en Ford Mustang deja 3 muertos (nov. 10), Polémica por videos pornográficos grabados en parque nacional mexicano (nov. 5), Exigen justicia para mujer que ataron a poste y lincharon, en México (oct. 28), Empleado de restaurante mató a tiros a presunto delincuente, en México (oct. 21), El impactante momento cuando pareja de ancianos es atropellada (oct. 14), Joven, de 17 años, fue asesinado frente a su novia en plena calle (oct. 6), etc.
Algunas de estas noticias difundidas son justificables por su gravedad, pero un buen número de ellas está más bien marcado por el simple amarillismo.
Colombia y México, desafortunadamente, comparten flagelos como el narcotráfico, la violencia, la corrupción y el machismo, entre muchos otros. Pero lo mismo ocurre con otros tantos países de la región como Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela y buena parte de Centroamérica, por mencionar solo algunos.
¿Por qué centrarse entonces en la cobertura de este tipo de temas solo en México? La balanza no se ve muy equilibrada que digamos.
El lector colombiano promedio tiene claras las muchas y poderosas influencias de México en el mundo porque las aprecia, como su comida, su música (incluida la de mariachi), sus playas, sus ruinas arqueológicas, su literatura y hasta sus telenovelas.
Por lo mismo, es muy difícil que esta percepción cambie de un día para otro por un simple puñado de noticias amarillistas.
Con este notorio sesgo, por el contrario, quienes más bien están quedando como un cu** a los ojos del lector son los editores y directores de El Tiempo que lo permiten o avalan.