El Gobierno de El Salvador ordenó un "cerco masivo" al departamento de Cabañas, en el centro del país, para capturar a "delincuentes" que presuntamente se esconden en ese territorio.
No es la primera vez que se aplican este tipo de medidas bajo el mandato de Nayib Bukele y se enmarcan en un polémico estado de excepción criticado por organismos internacionales y respaldado por una parte de los salvadoreños.
Una táctica que se repite. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó un cerco total en el departamento de Cabañas en el contexto de su lucha contra las pandillas.
El operativo consiste en el envío de unos 7.000 soldados del Ejército, sumado a otros mil efectivos de la Policía, para acorralar a remanentes de las estructuras criminales presentes en el país.
“Desde esta madrugada, 7.000 soldados y 1.000 policías han establecido un cerco de seguridad alrededor de todo el departamento de Cabañas. Su labor será evitar la salida de pandilleros del departamento y cortar todas las líneas de suministro de los grupos terroristas”, afirmó el mandatario en X, antiguamente conocido como Twitter.
Según el mandatario, el departamento de Cabañas —con un gran porcentaje de áreas rurales— ha sido escogido por lo que denominó como “células terroristas” para esconderse producto del combate contra los pandilleros. Además, Bukele asegura que el “cerco masivo” reforzará la seguridad en la zona señalada y no será levantado “hasta dar con todos los delincuentes”.
Otro objetivo comprendido en la operación, señala el Gobierno, es hacer salir a los pandilleros de los lugares en los que se encuentran escondidos cortando de su línea de suministros. “Estamos ante un enemigo que parece moverse por la zona rural, pero que también necesitará provisiones”, subrayó el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villlatoro.
Al respecto, el funcionario también señaló: "Solo tendrán dos caminos: o se mueren de hambre en las montañas o se entregan a los duendes. En cualquier caso, obviamente tendremos que dominarlos".
Otros controvertidos cercos de Bukele
La nueva medida se da tras un ataque a una patrulla de policía en la que dos uniformados resultaron heridos. Se trata de la segunda gran incursión en Cabañas. En 2022 se desmantelaron presuntos escondites organizados en campamentos.
Pero cabañas no es la única zona en la que se han aplicado este tipo de operaciones. Otro caso similar sucedió en mayo de este año, cuando el Ejecutivo cercó el municipio de Nueva Concepción con unos 5.000 efectivos entre soldados y policías, tras el asesinato de un miembro de las fuerzas del orden.
El cerco a Cabañas también ha sido criticado por darse en el marco del proceso jurídico por el que tendrán que pasar los detenidos por presuntamente formar parte de estructuras criminales. Una nueva legislación permitirá que los fiscales juzguen hasta cientos de personas de manera simultánea.
La medida fue aprobada con 67 votos a favor y seis en contra en el Parlamento, que cuenta con una amplia mayoría oficialista.
Una medida dentro del régimen de excepción
Durante los últimos 16 meses, El Salvador ha vivido bajo un polémico estado de excepción. La condición ha derivado en el arresto de más de 70.000 personas señaladas como pandilleros, según cifras oficiales.
La medida ha dividido las opiniones. El plan cuenta con una alta popularidad entre la población que se refleja, en parte, en los altos niveles de aprobación de Bukele. Sin embargo, organizaciones locales e internacionales han señalado la violación de derechos humanos que esta acarrea.
Amnistía Internacional, han condenado el régimen de excepción, señalando que este ha conllevado al arresto de personas inocentes. De hecho, el Gobierno ha informado que ha liberado a unas seis mil personas que han probado su inocencia.