El Parque Simón Bolívar de Bugalagrande es un bien público que pertenece a la comunidad para el uso y goce de todos los Bugalagrandeños.
La intención de transformarlo para convertirlo en un sitio lleno de casetas comerciales privadas pone en riesgo nuestro patrimonio histórico, arquitectónico, cultural y medio ambiental.
Estaríamos renunciando a tener un espacio público tranquilo, seguro, de encuentro y conversa para transformarlo en una plaza comercial saturada de negocios privados.
Es cierto que el parque se encuentra abandonado, entonces valdría la pena preguntarnos: ¿Por qué lo abandonaron? Su abandono se debe a la falta de un plan de mantenimiento que impida su deterioro.
|Le puede interesar: El basurero a cielo abierto que está acabando con la Ciénaga Grande
Al parque no se le ha dado la importancia ni categoría como bien patrimonial establecido en el Acuerdo Municipal denominado Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) de Bugalagrande.
Hoy quieren intervenir nuestro parque desconociendo las leyes y normas que lo protegen.
Nos quieren vender la idea que con un proyecto lleno de irregularidades cercano a los 6 mil millones de pesos que contempla la instalación de 12 casetas comerciales para la venta de alimentos y nuestra economía se va a reactivar con la llegada masiva de turistas.
¿12 kioskos comerciales para 12 familias van a mejorar la vida de 28.000 habitantes? ¿Cuales familias?
¿Que opinan los comerciantes que por años han desarrollado sus actividades alrededor del parque? ¿Conocemos todos los impactos a largo plazo que este proyecto puede generar en todos los órdenes?
Un parque privatizado por sí solo no atrae el turismo, si queremos verdaderamente desarrollar esta industrias debemos enfocarnos en estrategias encaminadas a conocer la bella geografía de nuestro municipio, sus lugares, su historia, su cultura.
Debemos crear una oferta turística altamente atractiva conservando nuestro hermoso parque que con un buen plan de mantenimiento puede convertirse en un atractivo más como sucede en muchas partes.
Con 6 mil millones de pesos focalizados en otro lugar del pueblo que no deteriore nuestro parque, calidad de vida y genere conflictos sociales se podrían hacer maravillas.
Proponemos la revisión de esta inversión, el respeto al EOT municipal, un plan de restauración y mantenimiento del parque, organización del comercio informal, ampliación de los andenes del contorno del parque.
El parque podría ser escenario de eventos temporales como lo ha sido desde su creación. Quienes crearon la construcción del parque sin ninguna duda eran personas de una visión avanzada para la época.
La tendencia mundial para mejorar la calidad de vida es recuperar el espacio público y no tugurizarlo.
Entonces, argumentar que quienes buscamos conservar y mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes estamos en contra del desarrollo y la modernidad es utilizar un sofismas para justificar un proyecto inconsulto con la comunidad quien es la única propietaria del espacio público.
Nos hemos organizado como Colectivo para la defensa del patrimonio histórico, arquitectónico, cultural y ambiental de nuestro municipio.
La información que se ha ido conociendo de este proyecto solo ha sido posible mediante acciones legales que nuestras leyes nos otorgan. Defendemos la participación ciudadana como mecanismo de resolución de conflictos y construcción de un mejor país.
A la fecha no se ha realizado una debida socialización que permita discutir a fondo el futuro de nuestro parque enmarcado en este proyecto de remodelación.
Nos convoca el amor por nuestro pueblo y el derecho de participar y discutir sobre el futuro de Bugalagrande.
Nuestro parque es un bien público colectivo que pertenece a la comunidad para el uso y goce de todos los Bugalagrandeños, posee una valoración que rebasa cualquier precio. Por su conservación y mantenimiento unamos todos y todas.