No puedo creer que la gente, llevada por su machismo y homofobia, haya crucificado a Claudia López porque lo único que hizo fue lo que queríamos todos: poner en su sitio a un mediocre como Juan Diego Alvira, el mismo que probó el daño que causa la droga en el cerebro usando un Alka-Setlzer, el que sale como un loquito a la calle a preguntarle incautos sobre los huecos, el clima, alguien parecido más a un comediante que a un periodista.
Ayer sabía que podía provocar a Claudia, una mujer con carácter que es capaz de mandar a la cárcel a los corruptos, todo lo hace el bueno, el obediente del Alvira para complacer a sus dueños que lo único que quieren es rating y la provocó y funcionó. Claudia no tiene filtros y puede hacer lo mismo frente al congreso o en el set de Caracol. Además lo que dijo es cierto, estas cadenas nacionales promueven el machismo y la tontería, nada más miren sus productos, sus novelas, sus realities donde la mujer está completamente cosificada y solo se vende como un pastel delicioso al cual hay que acabar a dentelladas.
Que los hipócritas se rasguen las vestiduras, a diario, con su mediocridad, Juan Diego Alvira le falta el respeto a los televidentes. Lo que hizo Claudia fue vengarse de los cientos de miles de personas que tenemos que recibir en pleno almuerzo las babosadas de un tipo que no investiga, que lo único que tiene es su cara de bueno pero que no me parece hace bien su labor.
Ahora tendrán el descaro de decir que Claudia López no respeta la libertad de prensa, ellos que pertenecen a grupos económicos que nos ha impuesto durante décadas lo que debemos pensar, opinar, creer, votar. No, Claudia entiende muy bien quien es el enemigo y por eso no le tiembla el pulso en poner a su lugar al lacayo, al sirviente del poder, porque en eso se ha transformado estos periodistas mediáticos, payasitos para complacer a señoras desocupadas.
Claudia, nunca tuve dudas de que eras la mujer para Bogotá pero lo de ayer me hace pensar que serás para el 2026 la primera presidenta de Colombia. Sigue con tu carácter, eres una fuerza de la naturaleza y nadie te puede parar.