SER PERSEGUIDO EN COLOMBIA es un activo político importante. Ser graduado de perseguido por los sesgados medios de comunicación, las amañadas encuestas y los venales "formadores de opinión", es un honor que, en vez de opacar al hostigado, lo enaltece y lo sube a lo más alto del tinglado de la competencia electoral.
Con el deliberado y calculado desconocimiento aplicado a la futura candidata presidencial Carolina Corcho, lo que hacen es impulsarla con mayor fuerza. Tratar de invisibilizar a Carolina, es una tarea inútil, porque ya caló en el corazón de los votantes. Cualquier cosa que se haga de aquí en adelante en su contra, sin argumentos sólidos, será leído como una campaña sucia de desprestigio, un esfuerzo inútil por detenerla y el negacionismo de la existencia de una candidata, proba, honesta e inteligente.
Ellos, o sea todo el poderío económico que hoy la persigue y desea regresar al saqueo, están convencidos de que, fueron despojados de su finca apropiada por designio divino; es por eso que sus súbditos deben regresar lo expoliado. La caterva que la hostiga se encuentra temerosa ante el derroche de inteligencia y el volcán en erupción que representa Carolina. Ante esta innegable realidad, reaccionan tardíamente y tratan de borrarla con sus consabidos métodos. Uno de ellos, Invamer, y su precitada encuesta que no estamos obligados a darle crédito, ni a tomarla en serio como referencia, porque de antemano sabemos que es sinuosa y nefaria, la desconoce. En ella, tienen el descaro, de ni tan siquiera ubicarla en el último reglón de ese prefabricado engaño llamado encuesta ¡El colmo!
A la hirsuta derecha le encanta borrar de un plumazo, es su deporte favorito, son felices borrando. Mientras cogen el borrador para invisibilizar a Carolina, el gobierno del Cambio coge el lápiz como método pedagógico.
Ubiquemos un pequeño contexto histórico.
Ayer desconocieron a José María Melo presidente de origen indígena, borraron a Juan José Nieto Gil único presidente negro, así sea el haber tenido 6 meses de presidencia en 1861 y tardíamente reconocido, borraron a Jorge Eliécer Gaitán, borraron a Rafael Uribe Uribe, de un hachazo en las escalinatas del Congreso, a todos lo miembros de la Unión Patriótica los borraron entre ellos los presidenciables, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa y al senador Manuel Cepeda Vargas. Borraron en pleno vuelo a Carlos Pizarro Leongómez por el M-19 ¡Todos fueron borrados! Así las cosas, hoy tienen la osadía de tratar de borrar los 6402 asesinatos de jóvenes inocentes llevados con engaños a la muerte.
A Petro lo han querido borrar de manera insistente, pero sus fallidas acciones lo llevaron a la Alcaldía de Bogotá y a la presidencia de la república; no hay que olvidar las acciones tomadas en nombre de la derecha, por el atrabiliario procurador Alejandro Ordóñez y todo el establecimiento, que gira en torno de borrar a Gustavo Petro. Ya no tratan de borrarlo asesinándolo, si no, a través de la guerra jurídica o el llamado "Lawfare". Aunque lo primero no se puede descartar totalmente.
Así mismo, hoy tratan de borrar a Carolina de cualquier escenario que la dignifique como candidata con grandes posibilidades de continuar con el legado del progresismo.
Pero ya les resulta tarde, Carolina cogió vuelo propio, Carolina será, en el futuro cercano, nuestra Claudia Sheinbaum.