Salió de un restaurante al norte de la capital bebido y con dos amigas venezolanas. Era alto y rubio. Llamaba fácilmente la atención. Sobretodo porque no tenía tapabocas. La policía empezó a perseguirlo,lo detuvo, le quería poner la multa de cerca de un millón de pesos por no cumplir con la medida sanitaria. Pero el tipo se resistió y formó este grotezco espectáculo que capturó el Ojo de la noche: