Si bien es cierto que la terapia a través de una bomba de insulina es la opción terapéutica más recomendable para los pacientes con diabetes tipo 1, especialmente en niños y adolescentes, el acceso al tratamiento está restringido en los países de América Latina. No obstante, Colombia es el único país de la región en el cual esta terapia se encuentra cubierta por el Plan Obligatorio de Salud (POS). Debido a barreras sociales, económicas, gubernamentales y legales, en la mayoría de los países de Sur América, el tratamiento convencional de las múltiples inyecciones sigue siendo el más usado.
En muchos casos las limitaciones que enfrentan los pacientes para el acceso al tratamiento incluyen: retrasos en entrega de medicamentos, falta de conocimiento y un bajo número de especialistas capacitados y autorizados para recetar la bomba de insulina.
En Colombia las bombas de insulina hacen parte del Plan Obligatorio de Salud (POS), sin embargo, es necesario que los pacientes se apoyen en el equipo médico y las aseguradoras para facilitar el acceso a este tratamiento.
A nivel mundial se espera que los costos de la diabetes asciendan a cerca de 592 billones de dólares para el año 2035. En el 2013 los gastos por el manejo de la diabetes representaron el 11% del presupuesto mundial en salud, según datos de la OMS
En otro de los estudios realizados en Colombia, la Dra. Ana María Gómez, médica especialista en Medicina Interna y Endocrinología, midió la costo-efectividad de un programa de bomba de insulina más sensor en pacientes diabéticos tipo 1, encontrando que la terapia aumenta el tiempo de vida libre de las complicaciones, la esperanza de vida, los años ajustados por calidad de vida y, además, retrasa el inicio de las complicaciones.
En el mundo publicaciones recientes muestran que el tratamiento con bomba de insulina + sensor y monitoreo continuo frente al tratamiento de múltiples inyecciones en los pacientes con hipoglucemia inadvertida disminuye la hipoglucemia severa en un 59% y aumenta el tiempo de niveles adecuados de glucosa en sangre en un 17%.
Es necesario considerar que la mayoría de los estudios de costo-efectividad de la terapia de bomba de insulina, se estiman sobre costos directos generados por el tratamiento, pero existen otros costos denominados indirectos que deben ser tomados en cuenta para medir el impacto económico de la enfermedad.
Estos costos indirectos se refieren a medir aspectos como cuánto le cuesta a una madre retirarse de su trabajo para cuidar a su hijo o cuánto le podría costar a un país que una complicación en una persona joven lo incapacite de por vida.
Al unir estos costos con los costos directos podríamos hablar de una terapia altamente costo-efectiva para los sistemas de salud en el mundo. Los pacientes con diabetes requieren monitorear sus niveles de glucosa continuamente, es por esto que a través de tecnología médica se creó una alternativa de tratamiento. Consiste en un pequeño sensor insertado debajo de la piel del paciente, el cual mide los niveles de glucosa de manera permanente, el sensor y/o dispositivo se conecta con un transmisor, el cual envía dichos datos a una bomba de insulina y así se estima la cantidad de insulina requerida.
Este dispositivo permite a los pacientes ver en tiempo real la información más relevante y configurar alertas y alarmas para saber cuándo los niveles de glucosa de los sensores han bajado demasiado o se han elevado mucho.
Además de proporcionar un suministro de insulina más preciso y mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes, se ha comprobado clínicamente que las bombas de insulina con monitoreo continuo de glucosa proporcionan un mejor control de la glucosa lo cual reduce el riesgo de presentar complicaciones propias de las diabetes, tales como: complicaciones en la piel, problemas de hipertensión, daño en los riñones, enfermedad arterial periférica, gastroparesia, osteoporosis y problemas en los hueso y articulaciones, amputaciones, problemas sexuales, urológicos, entre otros.