Armando Martínez Garnica, director del Archivo General de Colombia, demostró con documentos históricos que San Martín propuso a Bolívar en la Entrevista de Guayaquil, 1822, traer un príncipe europeo a gobernar la América. Bolívar se opuso inicialmente en dicho encuentro, según la correspondencia de su edecán enviada a Antonio José de Sucre. Pero en 1829, cansado y enfermo y muy escéptico sobre la suerte de la América, recibió nuevamente la propuesta por parte del Congreso de hacer una Monarquía Parlamentaria, lo que no vio con malos ojos, como consta en la obra “Au pays de l'Eldorado. La Colombie sans guide (Arthaud, París, 1977): los agentes diplomáticos de Francia y Gran Bretaña fueron informados por el secretario de Relaciones Exteriores de que en caso de ser aprobada esta propuesta antes presentada por Páez, “Bolívar se mantendría como jefe de estado vitalicio” y el soberano designado no ejercería hasta después de su deceso, el cual sería un príncipe francés.
El historiador Rodrigo Llano Isaza, miembro de la Academia Colombiana de Historia comentó que fue José Manuel Restrepo, poco antes de 1829 secretario de relaciones exteriores, quien convenció a Bolívar de poner el país en manos de un príncipe europeo.
A.U.: Si los miembros del Congreso que fundó la Gran Colombia un 17 de diciembre de 1819 en Venezuela (porque se fundó en el Congreso de Angostura) nos hubieran dejado en manos de un Habsburgo, tal vez nuestra evolución habría sido más rápida y feliz…
A.G.: Es probable. Pero esto es lo que hay, y no pudo ser de otra manera.
A.U.: Es absurdo ver cómo el odio de los criollos hacia los españoles ha trascendido a lo largo de dos siglos mediante nuestro precario modelo educativo. A mí me educaron en el Colegio Cooperativo Campestre, odiando a los españoles cuando era niño. Es de suponer, que cuando no hay manera de vender un mal proyecto de República adentro, hay que legitimarlo buscando un enemigo afuera.
A.G.: Sí, cuando la humanidad es 99,99% idéntica en sus cromosomas… Las diferencias de la cultura cuando generan odios, siempre son del ego…
A.U.: Yo creo que el chauvinismo en tiempos universales, cuando tenemos cada vez más claro que independizarnos de Europa fue un error, es un rasgo que pone en evidencia la ignorancia. Es gracioso que mientras muchos “académicos” aún promueven un odio hacia los españoles en Colombia, como un anacronismo de los criollos hacia los realistas, un investigador español, tú, busque hacer lo contrario.
A.G.: Gracias. No sé qué alcances pueda tener esta iniciativa de empezar a hermanar ciudades españolas con ciudades colombianas, pero espero que se dé. Empecé a hacer un libro de historia de Espinardo hace unos 4 o 5 años, donde se evidencia con documentos históricos, cómo muchos de nuestros conciudadanos fueron con muchas esperanzas de hacer su historia en el Nuevo Mundo y lo lograron.
A.U.: ¿Cómo empezó ese proceso de investigación para el expresidente de la Federación Murciana de Esgrima, que es también un empresario?
A.G.: Quería hacer un libro de historia familiar, pero recuperé tanta documentación que hubiera sido una lástima que esta se perdiera. Hallé los primeros pobladores de Espinardo, el origen de su nombre (que es un apellido genovés); el desarrollo de las empresas del pimentón y de la seda; el modus vivendi de estas familias desde el siglo XVI; la construcción de la iglesia de San Pedro en el siglo XVI como del palacio de los marqueses de Espinardo; y las migraciones al Nuevo Reino de Granada, concretamente a la costa Caribe.
A.U.: ¿Cómo ha cambiado tu visión el proceso de investigar la historia de Espinardo y escribirla?
A.G.: Ha ido dándome una idea más completa de cómo va creciendo y desarrollándose Espinardo. Podemos valorar de otra manera la historia del Nuevo Mundo, muy ligada a la nuestra.
A.U.: ¿Cuáles fueron las cosas que más te sorprendieron en el proceso investigativo?
A.G.: El testamento de mi noveno tatarabuelo escrito desde la cárcel, cuando era alcalde de Espinardo y fue apresado por la Inquisición. Me sorprendió tener igualmente una descripción hablada de mi quinto tatarabuelo… Esas cosas te ponen la piel de gallina y logran acercarte mucho más a la historia.
A.U.: ¿Qué ha cambiado en 400 años?
A.G.: Pues, además de que ahora somos más altos —lo digo con sorna— la modernidad absorbió muchos palacetes y palacios antiguos. Hoy solo nos quedan tres lugares emblemáticos: el Palacio de los Marqueses de Espinardo, la iglesia de San Pedro; y el Casino fundado por exportadores pimentoneros a comienzos del XX. El pimentón es a Espinardo como el café a Colombia.
A.U.: Así es. Y Murcia ha sido la huerta de Europa. ¿Hay algo que no te guste de lo que has encontrado?
A.G.: Personalmente me gusta todo lo que encuentro. El haber tenido antepasados católicos, moriscos, judíos... Si haces una investigación debes aceptar todo lo que de ella venga. Estamos en tiempos de buscar la verdad, no la grandeza y la lisonja. Lo importante es ahora lo que hacemos nosotros.
A.U.: Eso se oye muy bien en alguien que lleva sangre de los marqueses de Floridablanca.
A.G.: Espinardo es ahora un barrio de Murcia; y Murcia, siempre ha sido un pueblo grande, aunque sea la séptima ciudad más poblada de España. Esto da para que tengamos una familia muy extensa: Mi hija se sorprende al ver que todo el mundo me saluda de “primo”… por parentescos endogámicos de hace más de 300 años, lo que en una ciudad grande se hace imposible, y ese es el encanto... La familiaridad de los pueblos es algo impagable.
A.U.: Como el no tener que cerrar la puerta...
A.G.: Así es —risas—. Me ha sorprendido la aceptación que ha tenido el libro. Pensé que iba a ser de una repercusión muy pequeñita, limitada a las gentes de Espinardo o de Murcia. Pero he recibido pedidos de toda España e incluso de Colombia y otros países. Tiene una bella maquetación, estructuración y tenemos un prólogo de lujo.
A.U.: Claro, porque lo he hecho yo —le bromeo—.
A.G.: Sin duda. Hemos querido hacer una historia amena, que el lector pueda leerla fácil, sin perder el rigor. Se me ha pedido ampliar algunas ramas e incluir anécdotas del pueblo…
A.U.: Cuéntanos ¿en qué van tus propuestas de hermanamiento?
A.G.: Está en estudio del concejo de Murcia el inicial hermanamiento de Murcia con la ciudad de Neiva. Esperamos que este proceso también se pueda lograr con otras ciudades que recibieron descendientes de gentes de Espinardo e hicieron una gran historia, como Barranquilla, Cartagena y Bogotá.
A.U.: Para terminar, si pudieras, ¿qué habrías cambiado de todo este proceso?
A.G.: Solo quisiera que mi padre hubiera podido verlo antes de morir. Aprovecho para agradecer a mi maestro, D. Fernando González del Campo Román, sin cuya ayuda no hubiera sido posible esta publicación.
Véase también: Espinardo, un pueblo español con resonancias en la Independencia colombiana.
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Lanzamiento de libro: Historia de espinardo a través de una familia
Fecha: 8 de noviembre de 2018.
Hora: 8:30 p.m. esp.
Lugar: Casino de Espinardo, Murcia - España.
