Escribo este artículo como cinéfilo y amante del rock. No tengo la pretensión de ser un crítico de cine.
Por estos días se encuentra en cartelera una película que, desde que mostró sus primeras imágenes en los trailers, despertó la emoción en quienes disfrutamos el rock. Se trata de Bohemian Rhapsody.
Bohemian Rhapsody narra la historia de Farrokh Bulsara, mundialmente conocido como Freddie Mercury, cantante líder de la legendaria banda Queen. Nos encontramos con la crónica de sus comienzos con la banda, su camino hacia el éxito, las tensiones al interior del grupo, hasta su regreso y consagración definitiva en un monumental concierto en Wembley.
Alabada por la audiencia y muchos críticos, la cinta ha triunfado alrededor del mundo y ha despertado gran admiración. ¿Cuál es el problema entonces? Pues que la han acusado de limpiar la cara de Freddie y no mostrar su lado más sórdido. Muchos deseaban ver sus fiestas llenas de excesos, incluyendo a alegres enanos llevando bandejas de cocaína a los invitados, y que solo se alcanzan a ver tímidamente durante algunos minutos en el filme. Fiestas que sonrojarían a Hugh Hefner y harían lucir a sus reuniones en la mansión Playboy como timoratas fiestas infantiles.
Se dice que Sacha Baron Cohen, quien por el increíble parecido físico con Mercury, estuvo trabajando en el proyecto y quería mostrar todo eso, pero que a Brian May no le gustó y por eso lo despidió. También se ha hablado de cómo se aborda de manera casi temerosa la homosexualidad de Freddie, la cual queda reducida a unas cuantas escenas de besos con un par de hombres. No se trata de negar todo lo anterior en la vida del genial cantante, pero ¿en qué ayudaría eso al desarrollo de la historia?, ¿sería que su homosexualidad fue la que le dio su enorme talento para cantar y componer y por eso se debería enfatizar más a lo largo de la película?, ¿no son sus cuasi bacanales fiestas parte de su vida privada?
También se ha hablado de su falta de rigurosidad en el tiempo de los acontecimientos y en algunos detalles de los mismos, pero esas son licencias creativas que tiene el director y que poco o nada afectan el desarrollo de la historia.
Dejando de lado lo anterior, estamos frente a una cinta que cuenta con la impecable actuación de Rami Malek como Freddie Mercury. Malek, más que interpretar al personaje, se transforma en él. También hay que destacar a Gwilym Lee, Ben Hardy y Joseph Mazzello que interpretaron a Brian May, Roger Taylor y John Deacon, respectivamente, no solo por increíble parecido físico con los integrantes de Queen sino por sus buenas interpretaciones. Así mismo, hay que destacar cómo se muestra la creación de algunas de las más icónicas canciones del grupo, y ni qué decir de la escena del Live Aid, que hace erizar la piel de emoción por su fantástica recreación, y que seguro llevará a las lágrimas más de un espectador.
Bohemian Rhapsody está hecha para rendir un muy merecido tributo a Freddie Mercury, el hombre que tuvo una voz única en la historia del rock. Si usted está buscando morbo en la vida personal del artista, bien pueda ver uno los documentales o leer alguno de los muchos libros que se han escrito sobre su vida. Déjenos a los demás disfrutar simplemente de sus canciones y su enorme talento.