Este viernes 19 de febrero de 2016 ofrecí una rueda de prensa para aclarar los temas de alimentos, jardines y contratación de maestras y profesionales en la Secretaría de Integración Social durante el gobierno de Bogotá Humana. Los aspectos centrales de esta rueda de prensa fueron los siguientes:
1. Bogotá Humana llevó a la Bolsa Nacional Agropecuaria la contratación de alimentos crudos para asegurar transparencia. Mediante este mecanismo se contrataron alimentos crudos para los niños de los jardines por valor de 42 mil millones de pesos en el periodo comprendido entre abril de 2015 y enero de 2016. Los alimentos no se entregan sino cuando se necesitan y solo se pagan después de que se entregan. Al finalizar el año faltaban por ejecutar 14 mil millones y no 17 mil. Esto ocurrió por diversas causas: cierre de jardines por epidemias, cierres ordenados por la Secretaría de Salud y dificultades en ampliación de cobertura. Se planeó para atender el número de niños que establece el Plan de Desarrollo de Bogotá Humana para la Secretaría de Integración Social (SDIS): 202.000. Los 14 mil millones están en reserva de apropiación en la Secretaría de Hacienda. Tienen destinación específica: alimentos crudos para jardines. La nueva administración puede y debe usar estos recursos hasta el proceso de armonización que debe concluir el 31 de mayo de 2016 cuando culmina el plan Bogotá Humana y se inicia el plan Bogotá para Todos. La nueva Secretaria de Integración conoció este asunto y le pareció bien que tuviera esa opción para mantener la seguridad alimentaria de la niñez. No hay alimentos dañados o perdidos. No se ha pagado por alimentos que no se han entregado. Los recursos están en tesorería, tienen destinación específica y pueden y deben ser utilizados.
2. Bogotá Humana entregó 437 Jardines con una cobertura de 71.396 niños y niñas. De este total hay 4 Jardines nuevos que entregamos al terminar el año y que no tenían servicio de energía. Procedimos a contratar con Codensa para la conexión. En el Empalme entregamos las actas de inicio que compromete a Codensa a hacer las conexiones hasta el 31 de enero del año en curso. Esto se lo informé a la nueva Secretaria de Integración. La operación de los jardines requiere permanentes cambios, cierres y traslados. Yo personalmente visité todos los jardines y, en algunos casos, ordené cierres para adecuaciones y mejoras. Los 20 jardines que dicen que tienen dificultades fueron reportados en el proceso de Empalme y es un asunto normal para garantizar de manera continua lo estándares de calidad en la atención a la niñez en cualquier administración.
3. La SDIS pasó de la tercerización a la atención directa de la niñez y demás sectores sociales vulnerables. Por eso contratamos alrededor de 4000 personas, las mejores maestras, sicólogas, trabajadoras sociales, educadoras especiales, nutricionistas y auxiliares de todas las universidades del país para atender la primera infancia en Bogotá. Desde 2014 esta contratación se hizo a través de un registro único de proponentes y contratistas al que se inscribieron más de 20 mil personas y mediante el cual se contrataron más de 2700 sin más intermediación que su hoja de vida, su conocimiento y su experiencia.
4. El resultado de estas políticas están a la vista: la SDIS pasó de atender 60 mil niños y niñas en 2011 a 185.394 en 2015 (113.998 en modalidad Ámbito Familiar y 71.396 en Ámbito Institucional. La Procuraduría General de la Nación (PGN), que por ley debe orientar la rendición de cuentas sobre derechos de la primera infancia, la adolescencia y la juventud mediante la aplicación de un sistema que contiene más de cien indicadores, felicitó a Bogotá por sus logros, puso de ejemplo a la ciudad y aseguró que en derechos de la primera infancia Bogotá está "fuera de concurso". La Misma PGN, el 4 de diciembre, solicitó a la nueva administración de Bogotá, en el marco del ejercicio legal y disciplinario, dar continuidad a estas políticas públicas de infancia.
5. Hice un llamado para sacar la niñez de la polarización y los intereses políticos. La responsabilidad del Estado y el deber de la sociedad es priorizar la infancia, no importa el nombre del gobernante. Me duele que muera un niño por desnutrición, en este gobierno o en otro gobierno, en Bogotá o en cualquier parte del país. Es una vergüenza. Bogotá demostró con hechos y cifras que se puede cuidar y proteger a la niñez. Eso implica recursos. En Bogotá Humana se incrementó el presupuesto de la SDIS (pasó de 586 mil millones en 2011 a 1 billón 53 mil millones en 2015), se multiplicó por tres el número de niños atendidos y se mejoró la calidad. Priorizar el gasto social para la infancia nunca será despilfarro. Este gasto no se mide por costo beneficio, se mide en realización de derechos. Aun así, el país que invierte en su niñez hoy tiene que gastar menos en carteles y represión en el futuro.
6- Ante cualquier duda, solicito la intervención de los organismos de control para que investiguen, como es su deber, los hechos de los cuales rindo cuentas a las ciudadanías. La Contraloría, la Personería y la Procuraduría son los entes que tienen esa atribución y estamos listos para responder como servidores públicos por estos y todas nuestras acciones.
7. Expresé mi preocupación por el futuro de los derechos de la infancia en Bogotá. Los primeros recortes en Integración son de alrededor de 600 maestras de Ámbito Familiar que atendían aproximadamente 12 mil niños y niñas y madres gestantes y lactantes. Tan grave como disminuir la cobertura es bajar los estándares de calidad en la atención. La Constitución señala progresividad en los derechos sociales y también establece la prioridad de los derechos de la infancia, y sería lamentable que Bogotá retroceda en una de sus políticas públicas que son orgullo del país.