La ciudad que día a día tiene menos árboles y más cemento, la ciudad llena de huecos, huecos que durante años han estado ahí sin que nadie se preocupe por ellos. Bueno, sí, solo los vecinos de la cuadra que en muchos casos les festejan los cumpleaños cada año, o los grupos de moteros que preocupados por lo que les puede pasar si algún otro motero se llega a ir en uno de estos huecos, los tapan o los demarcan invirtiendo de su propio tiempo, dinero y esfuerzo, para así salvar a otros de golpes e incluso de la muerte; están realizando labores que no deberían hacer ya que es la UMV (unidad de mantenimiento vial, por sus siglas) la encargada de hacerlo y por alguna razón no hace o lo hace cuando desde la alcaldía mayor de Bogotá se debe generar la ejecución a como de lugar del presupuesto para el periodo vigente, pero a la larga son mantenimientos que no son duraderos o confiables, para no ir muy lejos pueden ver la Calle 13, la cual por la fecha esta en mantenimiento y en un tiempo no muy lejano ya estará con los mismos huecos e incluso muchos más.
¿Por qué sigue pasando el tiempo y los huecos siguen ahí, produciendo accidentes diarios?
¿Por qué en vez de taparlos pintan estrellas negras para recordar a las personas que mueren en accidentes de tránsito muchas de ellas causadas por los huecos?
¿Será que necesitan de estos huecos para mostrar altos índices de accidentalidad y mortandad de los moteros?
¿Será que entre más accidentalidad pueden justificar e insinuar que los moteros son unos irresponsables a los que hay que bajar de la moto y subirlos a un medio de transporte precario, inseguro e ineficiente? ¿Sistema que el gobierno de turno distrital debe que salvar a toda costa?
Solo queda esperar que los bogotanos algún día tengamos una ciudad con vías seguras para transitar sin preocuparnos por terminar en un hueco hospital o en instancias más fatales.