A las 12:42 p.m. del viernes 10 de mayo una fábrica de mechas para jugar tejo ubicada en el barrio La Estrada, al occidente de Bogotá, explotó dejando cuatro personas muertas y cerca de 30 heridos. El fuego no es extraño para esta ciudad y ha sido narrado en varios libros.
Un incendio como represalia. Mientras avanza en su investigación acerca de los hornos crematorios en Norte de Santander habilitados, y utilizados por paramilitares para desaparecer los cuerpos de víctimas de masacres y asesinatos, un periodista se entera de que su apartamento ha sido incendiado. No es un libro de ficción.
Javier Osuna, “Me hablarás del fuego. Los hornos de la infamia”. Ediciones B, 2015.
Desear las cosas hasta que se cumplen. Un escritor compra una casa en Chapinero con el dinero de un premio obtenido por uno de sus libros. Mientras la adecúa y describe sus antecedentes y los alrededores se va dando cuenta de que más que habitarla, quisiera destruirla.
Santiago Gamboa, “Una casa en Bogotá”. Random House, 2014.
Bombas y atentados. Un adolescente se enfrenta a una acusación de asesinato mientras recorre los bares bogotanos en los que resuena la música de The Cure, Joy Division y Buzzcocks. Es 1989 y pronto el DAS volará en pedazos. Catorce años después, un hombre le miente a su esposa para poder encontrarse con su amante, pero no cuenta con que su coartada, asistir a una fiesta en el club El Nogal, le va a salir muy cara.
Juan David Correa, “Casi nunca es tarde”. Laguna Libros, 2013.
Fernando Quiroz, “Esto huele mal”. Planeta, 2006.
La toma y retoma del Palacio. Una infiltrada del M-19 en el Palacio de Justicia desatiende la sugerencia de no asistir a su trabajo el 6 de noviembre de 1985. El mismo día, desde otra perspectiva, un grupo de ratones que vive en el Palacio se enfrenta a las balas, al horror y a las llamas; a las palomas, a las ratas y a los perros.
Marta Orrantia, “Mañana no te presentes”. Random House, 2016.
Miguel Jiménez; José Luis Jiménez & Andrés Cruz, “Los Once”. Laguna Libros, 2014.
El edificio de Avianca. El 23 de julio de 1973 a las 8:30 a.m. se detectó fuego en el piso 14 del edificio de Avianca (en realidad era el número 13, pero la nomenclatura pasaba del 12 al 14 para evitar el mal agüero). Las llamas llegaron al piso 37, cuatro personas murieron tras arrojarse por las ventanas y 63 quedaron heridas.
Camilo Villate Matiz & Brando Tamayo Martínez, “Érase una vez un edificio… Torre de oficinas Avianca”. Universidad de los Andes, 2012.
Memorias del fuego. Una empleada doméstica recién llegada a la capital se enfrenta a la vorágine de llamas del 9 de abril de 1948 después de haber padecido el clasismo, el machismo y el maltrato en una ciudad en la que pensó que iba a encontrar una buena vida. Durante el día de los hechos y el siguiente, un coro de múltiples voces cuenta dónde estaba, cómo reaccionó y de qué manera fue afectado por el Bogotazo, con el fuego como telón de fondo.
José Antonio Osorio Lizarazo, “El día del odio”. Punto de Lectura, 2008 [1952].
Miguel Torres, “El incendio de abril”. Alfaguara, 2012.