En una pequeña ciudad de Tennessee nació un joven con una gran discapacidad: sus dos piernas no se formaron. Él, sin duda alguna, pudo haber culpado toda su vida a su mala suerte.
A pesar de usar prótesis desde pequeño, el hecho de nacer sin piernas puede ser un limitante muy grande. Los médicos le dijeron que no podría correr y que no sería apto para las actividades deportivas. Él ha hecho del principio 90/10 una convicción: 10% es lo que somos y 90% es lo que somos capaces de hacer. Un medallista paraolímpico que nos revela el poder humano a través de la superación.
¿Cómo Black Leeper pasó de un joven discapacitado a un medallista de talla mundial? ¿Cómo conquista esa batalla interna con su mente y se alinea con su cuerpo?
Así es, estadísticamente él no debería correr. Si estamos dispuestos a creerle a los números y los datos nunca avanzaremos. En una entrevista que se le hace, Black revela que el trabajo duro y la determinación han sido dos factores esenciales para ser un campeón. El hecho de nacer sin piernas no define quién eres. El hecho de nacer sin piernas no impide que sea el más rápido. Así mismo, Leeper afirma que cuando tienes excusas, pierdes tu poder. La vida es un test, puede ser injusta pero si eso no lo usas como una ventaja caerás en la desesperación y la frustración. Y es que para este atleta americano de talla mundial, la única discapacidad radica en una mala actitud. Como Rocky Balboa dijo: “Nadie te golpeará tan fuerte como la vida, y no importa que tan fuerte golpees…importa lo fuerte que pueda golpearte y tú seguir avanzando”. Porque la dificultad sólo ha sido creada para volvernos más fuertes, para darnos cuenta que podemos elevarnos hacia un nuevo nivel.
Black Leeper sabe que no ha sido fácil, ha tenido el apoyo incondicional de sus familiares pero es su batalla mental la que verdaderamente ha ganado. El atleta controla sus pensamientos, controla su mente y lidera su vida. Él como todos y cada uno de nosotros ha tenido miedos, pero él no se ha quedado cruzado de brazos. Él enfrenta su miedo, vive el momento y se hace protagonista de ese momento. Todo el mundo tiene problemas, pero pocos son capaces de enfrentarlos cara a cara y por consecuente se someten a que sus malos pensamientos los controlen. Black explica que cada día se le debe manifestar al Universo lo que se hará, lo que se quiere. El proceso de crecimiento es continuo y se debe aprender de las victorias al igual que de las derrotas. Al fin y al cabo, la belleza de tener una buena actitud puede trascender por mucho tiempo. Pero realmente él no es un ejemplo de vida por las medallas que ha ganado, él es un ejemplo porque a pesar de que no tiene piernas, él está agradecido de haber nacido como nació. Una gratitud y una humildad que nos muestran que no se debe abandonar hasta que el milagro aparezca.
En un mundo trillado por lo que es normal, son estas personas que nos muestran que somos lo que decidimos ser. Leeper dijo una vez: “La única discapacidad es tener una mala actitud”. Porque casos de estos se han visto pero muchas veces no nos ponemos a pensar en que se sentiría estar en su posición. Solo el hecho de levantarse a coger un vaso con agua y solo el hecho de ganar una medalla olímpica, situaciones que hacen parte de la vida de este atleta. Una acción a través de una intención le da significado a nuestro presente. Las grandes oportunidades están ahí mismo, a la vista de los que están dispuestos a creer.