Todos alguna vez hemos utilizado el dinero electrónico o dinero móvil, pagamos facturas de servicios públicos, realizamos transferencias, pagos de bienes y servicios o pagos en línea, utilizando como medio el internet ya sea desde un computador o teléfono móvil, sin necesidad de trasladarnos, lo hacemos desde cualquier lugar, casa u oficina. En estas transacciones la moneda de pago utilizada es el peso colombiano; sin embargo, hay una moneda virtual que pocos conocen, que viene en auge y hace furor, es la llamada moneda Bitcoin y esta ha generado un debate en Colombia y en el mundo.
La génesis de esta criptomoneda data de 2009. No es emitida por autoridad financiera alguna, es descentralizada; es decir, no está regulada ni pertenece a ningún Estado, banco o institución financiera, no se puede tocar, no es respaldada por el Banco de la República, se utiliza única y exclusivamente para realizar operaciones, transacciones por internet o por la web como medio de pago.
Esta descentralización y anonimato la convierten en medio de pago preferido para realizar transacciones fraudulentas e ilícitas, tales como blanqueo de capitales, extorsión, trata de personas, narcotráfico, pirámides o para realizar estafas por parte de ciberdelincuentes.
Aunque en Colombia no se puede restringir su uso, debido que estas transacciones se hacen en internet o por la web y se sale de la jurisprudencia del país, sí se puede restringir que una persona capte recursos de otra para invertir en bitcoins, prometiendo aumentar rápidamente su capital.
Así las cosas; verbigracia, si nos prometen rendimientos fijos por una inversión del 5% semanal, 150% mensual y 300% por dos meses, estos rendimientos nos debe generar mucho escepticismo, entonces debemos centrar bien los reflectores, pues todo se envuelve en una telaraña de sospechas. No podemos creernos el cuento que fulanito de tal, perensejito o zutanito se hizo millonario en menos de 3 meses, al menos que se gane el baloto. Cuando la limosna es grande hasta el diablo desconfía.
Pero la pregunta que muchos nos hacemos, es qué tan conveniente es la criptomoneda Bitcoin. Por un lado genera incertidumbre y por otro lado genera rentabilidad. La situación ha generado una constelación de controversias y herejías que son interesantes, escuchamos de un lado a otro versiones y suposiciones, va a ser menester desglosarla para comprobar o desmentir su veracidad.
La criptomoneda Bitcoin en nuestro país se ha convertido en una burbuja especulativa, teniendo en cuenta los antecedentes e historia que se han presentado en Colombia por lo vivido con esquemas de pirámides y que hoy estas ya migraron al mundo virtual, es así que ese entorno virtual las hace difícil de ubicar.
El escepticismo en los inversionistas aflora, debido que es una moneda muy inestable ya que presenta alzas y bajas en tiempos relativamente cortos generando inseguridad. Nos preguntamos será el Bitcoin la moneda del futuro con las otras criptomonedas, como el ripple, el ethereum, el dash, el bilur y el litecoin, esto hace que el debate crezca con mucha fuerza.
COLOFÓN:
Para concluir recordemos que la ley de la oferta y la demanda es el principio básico de una economía de mercado, bajo esa línea de pensamiento entendemos que el exceso de dinero circulante en el mercado puede estar plagado de delito, ilegalidad, evasión y lavado; al mismo tiempo, cuando el dinero no circula en el mercado, se debilita la economía y se debilita el crecimiento del sector productivo.
El Bitcoin se ha convertido en la actualidad en una alternativa para inversionistas, la invitación es que no nos dejemos influenciar si songo le dijo a borondongo o que si borondongo le dijo a bernabé que al realizar una inversión se recibirán rendimientos astronómicos y desmedidos en corto tiempo, pues sonará a una estructura piramidal y esa piñata será insostenible en el tiempo. Hay que tener en cuenta que al realizar una inversión no pongamos todos los huevos en la misma canasta, debemos diversificar, se debe gestionar el riesgo…
También observamos que existen enemigos del Bitcoin y también existen partidarios, que expresan sus asentamientos o disentimientos sobre esta criptomoneda, aunque ambos bandos tienen argumentos firmes; solo uno de los dos bandos tendrá al final la razón si es viable o no es viable esta moneda, acompañándolo con el otro juez que son las fuerzas del mercado: la oferta y la demanda.
