“Primero tenemos [el factor] Población. El mundo de hoy tiene 6.800 millones de personas y tiende a 9 mil. Ahora, si hacemos un grandioso trabajo con nuevas “vacunas”, con el sistema de salud, y los servicios de salud reproductiva entonces podríamos reducir este factor [la población] tal vez en un 10% o 15%”, declara Bill Gates en una ya conocida conferencia sobre nuevas energías pronunciada en TED en el año 2010 (cuyo fragmento específico circula en Youtube). Esta afirmación, a pesar del tono jocoso en el que lo dice, puede llegar a ser la explicación básica a una serie de acontecimientos en torno a la vacuna contra el Papiloma humano (Gardasil) en India y en Colombia.
En agosto de 2014 el Economic Times of India publicó un informe en donde señalaba que en el año 2009 se hicieron pruebas con Gardasil a jóvenes de poblaciones marginales en Khammam, Telengana, India. En total fueron aplicadas 3 dosis a 16.000 jóvenes entre los 9 y los 15 años. Algunos meses después, señala el informe, muchas de ellas comenzaron a tener problemas de salud y en 2010 cinco de ellas murieron. Entre los síntomas se reportaron crisis epilépticas, fuertes dolores estomacales, casos de menstruación precoz, sangrados copiosos y fuertes dolores menstruales que posiblemente indican estados de infertilidad. Sin embargo, las causas de las muertes fueron relacionadas, sin ninguna “investigación exhaustiva”, a suicidios, accidentes, malaria, infecciones de diferente índole. Cabe mencionar que estos mismos síntomas han sido reportados en Carmen de Bolívar, al norte de Colombia, en jóvenes que también fueron vacunadas con Gardasil. Esta situación ha provocado que se genere una serie de investigaciones por parte del Tribunal Supremo de India para tratar de determinar las posibles relaciones entre estos síntomas y la vacuna.
Si bien existen múltiples acusaciones al Gardasil, científicamente no se ha podido determinar una relación directa con los síntomas que se han presentado tras su inyección. No obstante, las razones de esto no deben ser sólo médicas. De hecho, no se debe dejar de lado el manejo económico y gubernamental que hoy día tienen las farmacéuticas, aunque esto es otro debate. Lo realmente interesante es que esta no es la única conexión que se debe tener en cuenta es sobre todo la presencia de Bill Gates en todo este asunto. Esto porque es uno de los responsables de la administración de dicha vacuna, tal como lo establece en la fundación que maneja junto a su esposa, Melinda Gates. Lo que tenemos, pues, es una serie de hechos aislados que precisan ser esclarecidos y para ello, es necesario encontrar si hay o no relaciones existentes entre estos. Es decir, no hay una clara conexión entre los síntomas de las jóvenes y entre las vacunas. Así como tampoco hay una conexión establecida entre la vacuna y los planes que Gates ha manifestado en el video inicial. Establecer las conexiones o señalar su error es una tarea que exige ser realizada.