¡Bienvenidos al pasado!
El partido de Gaitán, de Rafael Uribe Uribe y de Alfonso López Pumarejo con la "Revolución en Marcha" hoy, cava su propia tumba y su insoslayable entierro será de segunda… a no ser, que muy pronto se sacuda de la ignominia y la indignidad. El partido Liberal de mis abuelos, mis padres, mis tíos, mis hermanos. ¡!El partido de mis ancestros! Otrora, la colectividad de los trabajadores, el partido de los barrios populares, de la abolición de la esclavitud, el fundador del sindicalismo en Colombia, hoy, nuevamente en manos de una dictadura, está si buena, dirigida por un nefasto personaje "de cuyo nombre no quiero acordarme" y que me pesa pronunciarlo. Lo tácito, descifra el enigma deliberado de omitir su nombre.
¡Bienvenidos al atraso!
Con todo lo que viene sucediendo, el partido liberal perdió identidad ideológica, sus principios y su ética. Hoy para el partido lo más importante no es el pueblo que lo conforma como base social, hoy son los intereses de unos cuantos que dominan y lo conducen al abismo. Hoy su poder radica en ser, una fábrica de avales, que se distribuyen a diestra y siniestra sin detenerse en reparar la condición ética del beneficiario del susodicho aval.
Pero lo más repudiable es el remedo de convención que recientemente realizó el otrora partido de los desvalidos: después de varias dilaciones estratégicas para evitar realizarla, por fuerza mayor y ser multados por el inefable CNE, por fin, de mala gana, sus directivas presionadas, accedieron a realizar lo que se llamó una antidemocrática convención Nacional. Una convención con debates deliberativos y debates decisorios amañados, con marginación de delegados que pudieron cambiar el resultado de esta.
Ahora, el ungido reelegido promete el cielo y la tierra, el Mesías del Liberalismo dizque va a "cambiar el rumbo". ¡Eso dijo!
¡Bienvenidos al futuro!
Claro, se entiende: el cambio que evidentemente se está dando bajo el gobierno de Gustavo Petro, va en contravía de sus intereses Neoliberales; es por eso que hay que "cambiar el rumbo" de manera urgente, para regresar al saqueo a la corrupción y al clientelismo. "Cambiar el rumbo" en una mentalidad Neoliberal como la del inefable conductor, es direccionar lo poco que queda de estado y entregarlo al servicio del capital privado. Privatizar es lo que más les gusta, hacer anti-gestión para crear un estado de inconformidad en las masas, es el comienzo de las privatizaciones. Luego que se fábrica la inconformidad, tranquila y dulcemente disminuyen el tamaño del estado, vendiendo sus activos claves, que son bienes de todos, para dejarlos en manos de unos pocos. ¡La codicia no acaba, ni siquiera a puertas del infinito azul!
Eso es lo que arbitrariamente hoy apoya el Liberalismo, en manos del nefario director eterno. Lo que no logramos entender los Liberales que por identidad ideológica hemos encontrado refugio en el Pacto Histórica, porque el partido de las reivindicaciones sociales en Colombia, se entrega y se coloca del lado de los opresores y se niegue a apoyar a un gobierno que genuinamente coincide, con todos aquellos postulados y principios, que hace 178 años, sus padres fundadores pregonaron, en favor de la salud y bienestar de todos sus asociados.
¡Bienvenidos al pasado!