Sí o no. Cualquiera de esas dos palabras es la respuesta que deben dar Avianca y Viva Air ante la decisión de la Aeronáutica Civil de bendecir la unión de hecho que tenían ambas aerolíneas y que hace siete meses trataron de formalizar mediante la solicitud de integración empresarial.
Esta relación le ha causado desvelos al ministro de Transporte, Guillermo Reyes y al director de la Aeronáutica Civil, Sergio París Mendoza, a los clientes de ambas compañías que no pudieron viajar, tienen perdidos sus tiquetes y reclaman los dineros. Sin embargo, parecería que la luz verde llegó tarde.
A pocos días de iniciar la temporada de Semana Santa, el gobierno del presidente Gustavo Petro no podía afrontar otra crisis similar a la desatada recientemente por Viva Air cuando de un momento a otro y para presionar la integración, dejó a todos sus aviones en tierra y a sus pasajeros, literalmente, en el aire.
En respuesta a la Resolución 0018 del 21 de marzo de 2023 de la Aereocivil, positiva con la integración, los directivos de Avianca expresaron sus peros en un comunicado para dejar en claro que deben pensar en las condiciones impuestas, advertir que el matrimonio no está en firme y que estudiará la situación porque Viva Air no es la misma empresa a la que querían unirse hace siete meses.
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