Bendecido cáncer

Bendecido cáncer

El 10 de febrero de 2010 me diagnosticaron cáncer en la sangre. La enfermedad me hizo detener la vida en seco y preguntarme para qué esta enfermedad.

Por: Sergio Restrepo
agosto 10, 2020
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Bendecido cáncer
Foto: Sergio Restrepo

El 10 de febrero de 2010, entré por urgencias a una clínica ya que sentía un malestar en el estómago y me habían recomendado ver un hematólogo por los resultados de un examen de sangre. Ese día me diagnosticaron cáncer en la sangre. Bendecido cáncer, me hizo detener la vida en seco y preguntarme para qué esta enfermedad.

Con una hija de 8 años, una esposa con una fortaleza ilimitada, y un trabajo agotador, tuve que recentrar la vida en mí, en el ser. Me cuestioné y entendí que el trabajo no lo era todo; los viajes de trabajo los fines de semana, la salida temprano y la llegada tarde a casa, los reconocimientos y/o las condecoraciones por los resultados al trabajo quedaron atrás.

Le clamé al Todopoderoso que no me llevara, que yo necesitaba ser un padre presente, amoroso y modelo para mi hija, verla crecer y estar a su lado para los pequeños e importantes momentos de su vida, así como seguir siendo un compañero idóneo para mi esposa, construyendo sobre roca. No quería que mi hogar se resquebrajara como sucedió con mi familia original cuando mi madre murió teniendo yo 18 años.

En el momento que fui a la fuente de vida e hice comunión con ella, se abrieron las puertas. Me ofrecieron un trabajo en el exterior más tranquilo, retador pero menos agotador y donde se respetaban los horarios. También estuve dedicado a disfrutar las pequeñas cosas de la vida: Almorzar en un parque con el calor del verano, observar y disfrutar las tonalidades de colores de las hojas en otoño, impresionarme con el blanco de la nieve y saber que hay mas de 100 tipos de la misma, tomarme un café viendo pasar a la gente y disfrutar el canto de los pajaritos, entre otros, gozándome la vida plenamente y en familia.

Hoy estoy feliz de regreso a mi patria con mi esposa e hija. Esta pandemia me ha hecho detenerme nuevamente, recentrarme en el ser y clamarle al Creador. Me he preguntado ¿Para qué estamos viviendo este momento tan especial? y vuelvo a confirmar que la vida es demasiado preciosa y hay que vivirla a fondo, esforzándonos por hacer siempre lo correcto, poniendo límites, no complaciendo a todos, no trabajando hasta agotarnos para tener y poseer. Debemos dejar las relaciones tóxicas, despojarnos de las deudas emocionales, no tener anclas en el pasado, vivir el presente, no angustiarnos por el futuro y siempre confiar en Dios.

Hoy después de 10 años de haber sido diagnosticado y en medio de esta pandemia, sigo convencido que tenemos una sola vida y un solo tiempo y no debemos preocuparnos por tonterías y despojarnos de tantas vanalidades. En este camino tenemos que volar alto como las águilas, pero sin olvidar y apreciar los pequeños detalles de la vida. ¿Ya llamaste a tu amig@ de quien hace tiempo no sabes, o a ese familiar que está solo en estos momentos? ¿Disfrutas así mismo los días de lluvia como los soleados?...

¡Haz un alto en el camino! Medita en lo importante que es la vida y busca lo que te haga realmente feliz. Pregúntate ¿Cuál es el legado que quieres dejar? Acércate más a la fuente de vida y pídele que te muestre el camino verdadero. Toma la decisión de ser feliz hasta en los momentos de tribulación y pandemia.

[email protected]

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Cartagena de Indias: lo que hablan las murallas

Cartagena de Indias: lo que hablan las murallas

Nota Ciudadana
La mala salud de la salud

La mala salud de la salud

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--