Desde el inicio de su presidencia (1982 -1986) se comprometió de lleno a lograr la paz, otorgando a los grupos insurgentes estatus político con el fin de viabilizar el inicio de las negociaciones. Acto seguido creó la Comisión de Paz (CP) y sancionó la Ley de Amnistía (Ley 35 de 1982), mediante la cual se otorgó libertad a los presos políticos que el gobierno de Julio César Turbay Quintero había generado en aplicación del Estatuto de Seguridad.
La Comisión de Paz (CP) conformada por importantes representantes de todos los sectores de la actividad nacional inicio rápidamente conversaciones con las FARC, orientadas a lograr inicialmente el cese al fuego y finalmente la desmovilización y reincorporación de esta guerrilla a la vida civil, incluida su participación en política.
Entendía el expresidente Betancur que una nación enfrascada en una guerra civil no podía avanzar con firmeza por la ruta de la democracia y la prosperidad. Desafortunadamente, y de forma similar a como sucede hoy con el proceso de paz, el país se polarizó entre los defensores y opositores de las negociaciones de paz encomendadas a la Comisión conformada para tal fin. En aquella ocasión el abanderado de la oposición fue el General Landazábal Reyes, quien fungía como ministro de Defensa del presidente Betancur.
Pese a la tensión política y al asesinato de líderes de izquierda cometidos por grupos asociados de militares, paramilitares y narcotráfico, la Comisión de Paz avanzó con firmeza hacia el logro de su derrotero, seguros todos sus miembros de los beneficios de acabar con la guerra. Es así como en marzo de 1984, gracias a la aceleración del Plan Nacional de Rehabilitación y a la acertada gestión del comisionado John Agudelo Ríos, se firma el acuerdo de cese al fuego con las FARC. En agosto del mismo año el gobierno firma acuerdos similares con otros grupos de insurgentes como el EPL y el M19.
La firma del cese al fuego con las FARC le dio un nuevo impulso a las negociaciones y el gobierno crea entonces con participación de importantes líderes empresariales, políticos y sociales la Comisión Nacional de Verificación (CNV), cuyo rol era garantizar el cumplimiento de los acuerdos.
Para 1985 el proceso de negociación había avanzado hacia nuevos niveles de compromiso y las FARC anuncian el 30 de marzo, junto con el Partido Comunista la creación de la Unión Patriótica, agrupación política que contó con la participación de prometedoras figuras del debate político y social como Jaime Pardo Leal, José Antequera, Bernardo Jaramillo Ossa y otros más.
Lamentablemente para Colombia, el esfuerzo de los defensores de la paz con el liderazgo del expresidente Betancur se frustró entre otras por las siguientes circunstancias:
a. El entorno político y económico del país afrontaba numerosas dificultades.
b. El inicio de la guerra contra el narcotráfico, con el asesinato del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla a manos de los carteles de Pablo Escobar y Rodrigo Gacha.
c. Imposibilidad del gobierno de sostener el cese al fuego con el M19 debido a las avanzadas militares contra este grupo insurgente.
d. Toma del Palacio de Justicia en Noviembre 6 de 1985 por el M19 y la sangrienta retoma del mismo por el ejército nacional.
e. Aniquilación de los principales líderes y cientos de militantes de la Unión Patriótica (UP) por parte de los grupos de ultraderecha.
Compatriotas no permitamos que de nuevo, como sucedió con el proceso liderado por el expresidente Belisario Betancur, los enemigos de la paz nos priven de la posibilidad de construir un mejor país. Colombianos, la consolidación de la paz duradera solo será posible si logramos derrotar la corrupción, la impunidad, la inequidad y el subdesarrollo. ¡Esto es responsabilidad de todos los ciudadanos no solo del gobierno de turno!
