Mientras nuestros niños mueren de hambre y sed en una región empobrecida, una clase política despiadada y voraz se enriquece a costa del erario. Es hora de alzar la voz y decirles un rotundo ¡no más!
En los últimos años hemos sido testigos de una triste y vergonzosa lista de gobernadores que han saqueado nuestros recursos, dejando a nuestras comunidades racializadas sumidas en la desesperación y la miseria. ¡Ya es suficiente! Sus nombres deben ser conocidos y recordados: Álvaro Cuello Blanchar, Hernando Deluque Freyle, José Luis González Crespo, Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez, Oneida Pinto, Wilmer González Brito, Jorge Eduardo Pérez Bernier y Nemesio Raúl Roys Garzón.
Estos políticos sin escrúpulos han destrozado la esperanza de un futuro mejor para nuestra gente. Han despilfarrado el dinero que debería haberse destinado a alimentar y educar a nuestros hijos, a mejorar nuestras condiciones de vida. En cambio, se han llenado los bolsillos y se han enriquecido a costa de nuestro sufrimiento.
Sus actos de corrupción han sido evidentes, condenados y sancionados por la justicia. Han sido destituidos, inhabilitados e ,incluso, condenados a prisión. Pero eso no es suficiente. No podemos permitir que esta clase política continúe empoderándose, robando nuestras esperanzas y sueños.
Llamamos a cada ciudadano consciente de La Guajira a tomar acción. No olvidemos la indignación que sentimos al ver cómo nuestros hijos sufren mientras ellos se llenan los bolsillos. Informémonos, investiguemos a fondo los antecedentes y las propuestas de los candidatos. Exijamos transparencia y honestidad. No volvamos a caer en las promesas vacías y en las sonrisas falsas de aquellos que solo buscan su propio beneficio.
Es hora de un cambio real, de votar con conciencia y responsabilidad. Apoyemos a candidatos alternativos que muestren un compromiso genuino con nuestra comunidad, con la lucha contra la corrupción y con la atención a las necesidades de los más vulnerables. No permitamos que se repita la historia, que se perpetúe este ciclo de despojo y abuso.
La Guajira merece un futuro digno, donde nuestros niños puedan crecer sanos y fuertes, donde la justicia y la transparencia sean los pilares de nuestra sociedad. No nos quedemos callados, no permitamos que nos roben una vez más. Unámonos, levantemos nuestra voz y digamos con fuerza: ¡basta ya de corrupción en La Guajira!