A las 4:00 de la tarde empezó a converger en La Plaza de la Paz, personas vario pintas y organizaciones disímiles. Llegaron estudiantes de bachillerato, universitarios, profesores, desocupados, profesionales, teatreros, obreros, intelectuales, electores, políticos, famosos y desconocidos. Toda una pléyade de lo más variado de la ciudad. Se destacaba por supuesto la presencia de banderas de todos los colores (la emblemática de la diversidad sexual) la amarilla del Polo, la tricolor de Colombia, la morada de movimientos feministas, roja -no sé de qué organización es la bandera de ese color, porque hace mucho tiempo los partidos de izquierda han teñido sus banderas de otros colores-. Ah…del Partido Liberal. El Tradicional.
Los primeros en llegar fueron los integrantes de la ONG Caribe Afirmativo, encabezada por una bella mujer, Melissa Monroy, portando su bandera multicolor y unos rollos de papel bond que desplegaron sobre el piso con marcadores para escribir la consigna más pertinente del momento que se creyera. Con una rápida muestra de entrevistados pude comprobar la presencia mayoritaria de personas QUE NO TUVIERON EMPACHO EN CONTESTARME QUE votaron sí, unos menos que votaron no y otros que DIJERON no haber votado, pero que estaban ahora un tanto preocupados y que escribieron en la hoja escogida y con morado ¡ACUERDO YA!
Algunos participantes comenzaron a escribir en las hojas consignas menos obvias como “Acuerdo ya con el debido respeto a los derechos de obreros, campesinos, empresarios medios y altos de la ciudad y el campo” “Acuerdo con equidad de género”, “Paz Ya”: la consigna más escrita fue ¡acuerdo ya! Y demás fórmulas pacifistas que hablaban de la manera como los barranquilleros quieren que se defina el embrollo de los diálogos de más de cuatro años entablados por el gobierno colombiano y la guerrilla en receso de las FARC.
Vi personas con ribetes de artistas plasmando memes que leían en sus celulares con leyendas humorísticas, que por su extensión no pude reproducir pero que se pueden ver en las fotos.
Al extenderse las sombras de la tarde y reunirse con las de la noche se iluminó el espacio con velas encendidas anticipando la noche de las velitas tan bullanguera en Barranquilla, con tamboras y cantos folclóricos, que sonaban en las cuatro esquinas de la plaza.
Allí vi a Antonio Bohórquez, dirigente del Polo. Dirigentes de Izquierdas, ediles de la comunidad de Riomar Héctor Bustamante, Alberto Luna, dirigente cívico del Frente Amplio Cívico por el Rescate de Barranquilla y un grupo de sus miembros como Álvaro Brieva, dirigente del Silencio. El Movimiento Marcha patriótica, el Congreso de los pueblos, militantes del Partido comunista encabezado por el Dirigente juvenil Juan Carlos Sandoval, el dirigente de la salud y escritor Rada. La pensionada del magisterio María Polo y madres cabezas de familia con sus cochecitos de bebé al frente. Jóvenes estudiantes de secundarias con sus uniformes escolares, sus medias tobilleras y sus morrales multicolores al hombro. Vendedores ambulantes que hicieron su agosto ofreciendo bebidas en la calurosa tarde estival. Y el brillo de la ausencia de dirigentes reconocidos de los partidos dominantes del caribe: Cambio Radical, La U y el Partido Conservador.
@almamansaZEBRA