Aquella ‘primera cita’ fue un rotundo fracaso, en marzo de 1959, salía a la venta una novedosa muñeca rubia con sonrisa galvanizada y labios pintados, senos prominentes y largas y estilizadas piernas, de 29 cm de altura, que incluían tacones altos, aros resplandecientes y una malla enteriza a rayas. Si uno va a creerle al relato oficial, la muñeca salió del evento siendo un fiasco, aunque para fin ese de año se terminaría agotando en Estados Unidos 351 mil unidades del juguete que sería el más popular del mundo: la bárbara Barbie.
Aquella rubia, la más conocida del planeta, que en algún momento muchas niñas la convirtieron en su mejor amiga; y que sus padres vieron en ella una invaluable aliada para el entretenimiento en casa, también se ganó críticas por su estereotipado aspecto. Lo cierto es que, aunque muchos esperaban una decadencia de su popularidad, hoy se vuelve más que antes en una celebridad. Consentida por generaciones, fetiche de coleccionistas y diseñadores de moda, motivo de estudio psicológico y sociológico, ha resistido ataques y ha sabido adaptarse al transcurrir de los años, y aunque se haya adaptado a cambios, ella sigue siendo un objeto de consumo, es toda una verdadera viajera del espacio y del tiempo. Barbie ha sido incluida a manera de imagen de los tiempos en archivos como el disco dorado del Voyager I, lanzado en 1977, que contenía material sobre la civilización humana, por si lo encontraba alguna civilización extraterrestre. También se incluyó en dos célebres cápsulas del tiempo conmemorativas: la de 1976, por el bicentenario de Estados Unidos, y una titulada Historia de la salud de la mujer, enterrada en 2010.
En 2006 una Barbie de 1965 impuso el récord mundial del juguete con la puja más alta en la historia de las subastas de Christie’s en Londres: 9,000 euros. La de 1959 ha llegado a ofertarse en e-Bay hasta en 25 mil dólares. Se dice que las ventas de Barbie reportaron a la empresa unos ingresos brutos de aproximadamente 1.700 millones de dólares en 2021. Sin embargo, esta tendencia se interrumpió en 2022, cuando los ingresos volvieron a descender, situándose por debajo de los 1.500 millones. Ella ha significado para la empresa Mattel, la tercera parte de sus entradas globales. En el mes previo a la inauguración de la “película” Barbie, ya le representó a la empresa un incremento de un 22% de sus ventas a nivel mundial. Supuestamente los creadores quisieron generar algo que la elevara a algo más allá de una historia basada en un producto comercial. Pero lo irónico es que un producto netamente comercial, como es la muñeca, no va a tener otro motivo que es incrementar sus ingresos a través del otro producto comercial creado: la película.
Es indudable que el fenómeno Barbie, en la cultura moderna ejerce, múltiples connotaciones a partir de su reconocimiento como icono global referente de valor monocultural: el norteamericano, creando un estereotipo de feminidad plástica, artificial, glamurosamente alienada, representante de los valores de género de la cultura hegemónica, banalizando y cosificando a la mujer misma, y de paso al arte y la cultura al reducirlos a un uso instrumental, como lo son los reinados de belleza e imponiendo estrategias para vender vestidos e imponer moda. Barbie, se ha constituido en un icono, y puede que sea chocante para muchos, pensar que un juguete pueda ser, para bien o para mal, espíritu de los tiempos y no un simple objeto de entretenimiento, pero es la realidad.
La mujer ha venido alcanzando logros muy vertiginosos, desde ser presidenta de un país o una multinacional hasta ir al espacio exterior, y próximamente a Marte. Pero una niña no necesita ser inspirada para “ser grande” viendo a Barbie. La sola muñeca impone un estereotipo de belleza estándar para todo el mundo en un mundo que no lo tiene; que en los últimos años han querido suavizar, quizás por la presión social, haciendo muñecas de otras profesiones, culturas y color de piel, pero el estereotipo excluyente se mantiene. Barbie es una muñeca de belleza ideal y perfección inmaculada, sonriente, eternamente maquillada, bien peinada, perfectamente rasurada, con unos pechos intencionalmente desproporcionados (que no pasó por alto en la sociedad de 1959) y cintura de avispa, que no tiene celulitis, ni problemas dentales, ni de sobrepeso, acné o dificultades económicas; aparte de lo anterior, los desórdenes alimenticios, la falsa apreciación corporal y problemas de autoestima es un tema de larga data y un estigma que se cierne sobre la muñeca, pero su más grande problema es que solo le falta tener un alma en un mundo real y desigual, al igual que Ken. Su filosofía es cuidar de sí misma satisfaciendo sus caprichos, a la larga terminan exaltando e invitando a un salvaje consumismo, ella no inventa cosas, solo las compra.
El grueso de la población mundial joven no tiene nada que ver con el cuerpo de Barbie ni su filosofía, más bien están en una sociedad cuyo estímulo los impulsa a comprar de manera desbordante a como dé lugar. Las ventas de Mattel arrasan porque sus medidas de 90-60-revienta la superficialidad en muchas personas. Todavía hacen eco las primeras palabras de Barbie: “¡las matemáticas son difíciles!” y “¡vámonos de compras!”, frases que han ido calando en muchas mentes superficiales. Aunque quieran hacer barbies astronautas, deportista, juez, profesional, etc., el mensaje alienador es el mismo, la mujer empoderada que quieren hacer ver es una creación con personalidad construida por un departamento de marketing preocupado por la $alud del consumidor.
Las mujeres reales, tales como Marie Curie, aquellas que murieron quemadas en Nueva York en 1908 y que dio origen al día internacional de la mujer, la Madre Teresa de Calcuta, aún nuestras propias madres, son las que han estado en un mundo real, poniendo toda la planta de su pie en la tierra, y no caminando de puntillas. Esas clases de mujeres son las que realmente ayudan a “ser quien tú quieres ser”. Todavía podemos sobrevivir a Barbie sin Barbie.
Termino con algunos apartes del pensamiento del Rey Salomón elogiando a la mujer virtuosa: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas… Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; trae su pan de lejos… considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche… Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir…” (Proverbios 31:10-31).
Se que este artículo no hará desdichada a Barbie, ella es completamente feliz; si fuera afectada ya no sería un simple juguete hecho de plástico y dejaría de ser artificial.
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Juan Carlos Arquez Benavides
Teólogo – Universidad Bautista de Cali
Twitter: @jc_arquez
Fuentes: Barbosa, Aracely. Barbie, un estereotipo tóxico. Ed. Itaca – UAEM. Sobreviviendo a Barbie - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/2013/sobreviviendo-a-barbie.html Ingresos brutos procedentes de las ventas de Barbie, marca de la empresa Mattel, en el mundo entre 2012 y 2022(en millones de dólares) - https://es.statista.com/estadisticas/549401/evolucion-ventas-brutas-de-barbie-de-la-empresa-mattel-en-el-mundo/ ¿Tiene sentido Barbie en una sociedad como la de hoy? -https://www.revistavanityfair.es/cultura/entretenimiento/articulos/barbie-muneca-aniversario/37427