Era 1991. Bárbara de Martiis estudiaba música en la Universidad Javeriana cuando la filarmónica de Bogotá en el año Mozart, acudió al coro
de la universidad para que cantará junto a ellos. No había profesionales, todos eran estudiantes. Sin embargo, la noche del 5 de diciembre quedó grabada en la historia de la música en Bogotá cuando los estudiantes interpretaron el Réquiem, la obra más famosa de Mozart, en el teatro León de Greiff terminando a las doce de la noche.
Al año siguiente la filarmónica volvió a llamar al coro, esta vez para que cantara el Mesías. El departamento de música de la universidad negó el permiso lo que le molestó profundamente a su director, el maestro Alejandro Zuleta.
Para ese entonces Bárbara y Alejandro eran novios y a ella le pareció que ellos podían fundar su propio coro. Así nació la Sociedad Coral Santa Cecilia en 1992. La Javeriana les prestó los salones donde ensayaban sin instrumentos, algo que no se acostumbra. Gracias a lo que les pagó la fundación Mazda por cantar en un evento, pudieron constituirse como sociedad civil.
La sociedad empezó a ser reconocida porque era y sigue siendo un sonido propio y profesional ya que no hay vibrato. El vibrato es una voz que vibra de manera particular y es un sonido ideal para los coros sinfónicos. Además, la Sociedad Coral empezó a hacer historia interpretando obras que nunca antes se habían hecho en Colombia.
En el año 2001, el Ministerio de Cultura abrió una convocatoria para la excelencia coral que premiaba al mejor coro con un estímulo y con la posibilidad de grabar un disco donde destacaron su carácter musical y siguieron consolidándose.
Para ese entonces Bárbara y Alejandro ya estaban casados y dedicaban gran parte de su tiempo a sus tres hijos Laura, Juan Pablo y Manuela, cuatro años más tarde llegaría la cuarta, Isabel. Paralelo a la Sociedad Coral Santa Cecilia y a la familia, Alejandro continúo dando clases, concentrándose especialmente en la formación de directores de coros infantiles y juveniles y Bárbara siguió siendo asistente de dirección.
En el 2014 a Alejandro Zuleta le diagnosticaron cáncer. Empezó la quimioterapia mientras seguía trabajando y dirigiendo a la Sociedad Coral Santa Cecilia. El cáncer se lo llevó rápido, al año siguiente. Pero alcanzo a participar en el Festival Mozart organizado por el Teatro Mayo Julio Mario Santo Domingo. Fue un concierto muy emotivo porque Alejandro tuvo una crisis de salud el mismo día y Bárbara tuvo que ir a estar con la Schola Cantorum, el coro que dirige, en otro concierto. Ese concierto fue para Alejandro y Bárbara uno de los más emotivos en la historia de la Sociedad Coral.
Esa crisis de salud paso y Alejandro siguió luchando contra la enfermedad. En junio el maestro Dudamel, un director de orquesta de Venezuela, visitó Bogotá para hacer varios conciertos, entre ellos, fantasía coral. El concierto era junto a otros dos coros y Bárbara recuerda que no lograban la afinación. Alejandro estaba afuera del teatro Santo Domingo cuando Bárbara le dijo que entrara e intentara afinarlos. Él se negó pero Bárbara logró convencerlo. Cuando entro hizo magia, algo que, como recuerda Bárbara, nadie puede entender ni explicar pero la afinación se arregló.
Después de ese concierto empezó su decaída final, esa fue la última vez de Alejandro frente a un coro. Murió en noviembre de 2015. Hace un tiempo Bárbara volvió a entrar a ese salón y se le revolvió todo. Le parece ver a Alejandro parado en el pasillo.
A pesar de ser especialista en dirección coral, después de la muerte de su esposo, Barbará debía asumir la dirección de la Sociedad Coral, una labor que le asustaba porque eran unos zapatos enormes. Alejandro Zuleta era un maestro que además fue su profesor. No era nada fácil. Ella decidió que no volvería a despertar al coro hasta que llegará un príncipe a despertar a la princesa.
El príncipe fue Sandra Meluk, directora de la Orquesta Filarmónica que invito a la Sociedad Coral a presentarse junto a ellos. Este 2017 La sociedad Coral Santa Cecilia cumple 25 años y estará presentándose próximamente en el festival Bogotá es la Rusia Romántica el miércoles 12 de abril en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a las 8:30 de la noche.