En el 2011 un grupo de valientes mujeres inició una cruzada en pro de la construcción de la carretera Junín – Barbacoas y denominaron a su lucha “Piernas Cruzadas”, pretendiendo con ello llamar la atención del Gobierno central y de esta manera buscar recursos que permitan la consecución de un anhelo largamente esperado. Su lucha no fue infructuosa, pues medios de comunicación, el Congreso de la República, la opinión pública y la Presidencia de la República atienden su llamado destinando importantes recursos para la concreción de esta vía.
En total se reservan 120 mil millones de pesos, de los cuales 12 mil millones manejará el departamento de Nariño y el resto se confía al Ejército de Colombia. Inician las obras, el Ejército cumple a cabalidad y la carretera avanza a buen ritmo. Los pobladores de Barbacoas celebran los avances; lo que nadie esperaba es que la licitación ganadora y otorgada a un consorcio por la Gobernación de Nariño estaba plagada de falsedades y afectaciones legales.
La oficina de Transparencia de la Presidencia de la Republica, en cabeza del doctor Camilo Enciso, inicia la investigación, mete el dedo en la llaga y encuentra que existen documentos alterados, falsos, firmas simuladas y una serie de irregularidades. Como es lógico, y gracias a la intervención del doctor Camilo Enciso, se ve obligada la gobernación a suspender el contrato con el Consorcio Vías Nariño, la obra se detiene y los barbacoanos ven frustrado su sueño de tener una carretera digna. Por su parte el ejército cumple a cabalidad y da muestras de una honradez a toda prueba.
Ante tal acontecimiento se pronuncia la opinión pública exigiendo claridad. Lo mismo hace la asamblea de Nariño, desmintiendo información oficial en la que se afirmaba que los integrantes de esta duma apoyaban irrestrictamente al gobernador de Nariño. Varios diputados desmienten tal información y citan al gobernador a un debate en su recinto. Se agenda y se comunica en la página oficial de la asamblea, pero el día señalado no llega el gobernador y se debe aplazar el debate. El diputado Afranio Rodríguez, ante uno de mis interrogantes, escribe en las redes sociales: “La Asamblea Departamental convocó al señor gobernador para debatir sobre el tema Junín Barbacoas pero él no ha asistido. Envió delegados pero no los aceptamos porque ante un tema tan delicado debe hacer presencia el mandatario en persona”, este comunicado lo escribía el día 30 de abril. Hasta el momento el señor gobernador no ha hecho presencia y la vía Junín Barbacoas en uno de sus tramos continúa embolatada.
Pero, más allá de los hallazgos de falsedad y corrupción en esta licitación, nos preguntamos si es así de fácil para un gobernador eludir sus responsabilidades o dar las explicaciones del caso. Si basta con no asistir y ya, si simplemente se pueden enviar delegados y asunto arreglado. Y, por otro lado, la Asamblea ante una convocatoria a un gobernador puede simplemente limitarse a expresar que “el señor gobernador no ha hecho presencia” y, ya, asunto arreglado. Si es así, la Asamblea es simplemente una figura decorativa con payasos incorporados. ¿No puede, esta duma hacer algo más? O no quieren o no les conviene.
Mientras tanto Barbacoas sigue a su suerte, abandonada, desolada, padeciendo los rigores de un centralismo que nunca se acuerda de sus necesidades. Y solo ahora, cuando pudo, se frustran sus sueños por la irresponsabilidad de unos funcionarios que no cumplieron su deber y permitieron semejantes despropósitos. No es justo con Barbacoas y su gente, no es bueno el mensaje que se nos manda a los nariñenses que hemos callado y que permitimos el aplazamiento de un sueño largamente esperado. No nos equivocamos al decir que Barbacoas se encuentra ante la desidia y el olvido, un nuevo Macondo donde simplemente revolotean las mariposas amarillas de la desmemoria y la pobreza. Esperamos un pronunciamiento oficial de los integrantes de la Asamblea de Nariño.